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CAMPAÑA ELECTORAL

Los candidatos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid: Isabel Díaz Ayuso (PP), Ángel Gabilondo (PSOE), Ignacio Aguado (Ciudadanos), Íñigo Errejón (Más Madrid), Isa Serra (Podemos) y Rocío Monasterio (Vox).
Los candidatos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid: Isabel Díaz Ayuso (PP), Ángel Gabilondo (PSOE), Ignacio Aguado (Ciudadanos), Íñigo Errejón (Más Madrid), Isa Serra (Podemos) y Rocío Monasterio (Vox).

La derecha sale a afianzar el voto; la izquierda, a ganarse el de los obreros

miércoles 08 de mayo de 2019, 11:51h

El 26 de mayo se librarán varias batallas, más allá de la formación de Gobierno en la Puerta del Sol: Ciudadanos se juega afianzar su sorpasso al PP; el PSOE, mantenerse como primera fuerza; los conservadores, remontar el resultado de las generales; Vox, ser decisivo para un Ejecutivo de derechas; y Podemos y Más Madrid comprobar quién tiene más apoyos desde la ruptura de la formación morada. Con o sin encuestas internas, la derecha quiere afianzar su voto mientra la izquierda apela a una alta participación, sobre todo, en los municipios y barrios más desfavorecidos.

Olvidar ya el 28 de abril y centrarse en Madrid. Esa es la intención general de todos los candidatos a la Presidencia de la Comunidad, que buscan el apoyo de los madrileños hablando de movilidad, igualdad o vivienda, más allá de la siempre presente educación, sanidad o fiscalidad.

No todas las formaciones tienen sus programas cerrados. O sí los tienen pero serán estos el centro de su campaña y no lo desvelarán hasta el final de la misma. Ayer, todos los partidos menos Vox anularon sus actos por el fallecimiento de Alfredo Pérez Rubalcaba, pero este sábado vuelven a la carga.

Las encuestas internas de Ciudadanos les aseguran el sorpasso al PP

En la Comunidad, el 26 de mayo, más allá de los pactómetros para formar gobierno, se analizarán también los resultados a modo de victorias propias. Así, Ciudadanos - el único partido que confiesa contar con resultados de sus trackings- aspira a mantenerse en el sorpasso conseguido frente al PP en las generales y vencer las expectativas rebajadas que les ofreció la última macroencueta del CIS. Sus encuestas internas, aseguran en la formación naranja, son mucho más favorables.

En el partido que ha gobernado Madrid en los últimos 20 años, por su parte, afirman no conocer sus propias estimaciones. Aun así, su candidata, Isabel Díaz Ayuso, ha prometido "no cometer los mismos errores" que su jefe, Pablo Casado, para intentar la "remontada" de los datos que han colocado al PP como tercera fuerza en la Comunidad y afianzar la hegemonía azul en la región. Ella, que lucha también contra sí misma y la sombra del trasvase de Ángel Garrido al equipo de Ignacio Aguado, deberá mejorar los resultados del CIS para conseguir su objetivo.

En el PSOE juegan la tristeza por la pérdida de un compañero histórico en el partido y la alegría del aumento de voto conseguido por Pedro Sánchez. Ángel Gabilondo se felicita por haber logrado, después de 30 años, ser primera fuerza en la Comunidad de Madrid, por lo que se permite ser optimista - aun sin trackings- de cara al 26 de mayo. De hecho, su equipo de campaña está dispuesto a modificar la agenda electoral prevista para arañar votos allá donde los necesiten. Por un lado, para consolidar el voto que ya tienen. Por otro, para ganarse el que todavía no.

Batalla de guante blanco entre Podemos y Más Madrid

En la izquierda, por su parte, librarán una batalla propia, pero de guante blanco. Isa Serra e Íñigo Errejón han pasado la precampaña como si hubiesen firmado un pacto de no agresión. Ambos niegan ser rivales a batir del otro pero, aunque intenten evitarlo, también se rebuscarán los datos para saber quién gana tras la ruptura del partido. El CIS les ofrece un empate técnico y otro dato relevante: si no se hubiera divido la formación, hoy el partido se disputaría el primer puesto con el PSOE.

Según el CIS, si Podemos no se hubiera dividido podría disputarse el primer puesto con el PSOE

En cualquier caso, tanto Podemos como Más Madrid tienen como objetivo que la izquierda sea lo suficientemente fuerte para vencer a las derechas. Para ello, ambas formaciones alientan a la participación, especialmente, en los barrios y municipios más desfavorecidos, es decir, los obreros. "Los ricos votan siempre", alertó Serra en una entrevista con este diario. "Las elecciones se van a ganar y se va a dar un Gobierno progresista si se vota en el Sur", manifestó también Errejón en Madridiario.

Los socialistas, por su parte, coinciden en parte con el diagnóstico de las dos formaciones con quienes, a vista de las encuestas, deberá formar gobierno. Pero más allá de instar a los más pobres a votar para "transformar" la región, instan, en general, a acudir masivamente a las urnas.

No les falta razón. Al menos, teniendo en cuenta que en Vox reconocen que la alta participación de las elecciones generales fue lo que les impidió alcanzar su objetivo de lograr 40 escaños y quedarse solo con 24. En el partido de Santiago Abascal desmontan la llamada al voto útil del PP ya que, aseguran, esos resultados más bajos fueron consecuencia de votos que le sobraron a los populares y que, al no irse a Vox, les impidió sumar lo suficiente para arrancarle los últimos escaños bailantes a PSOE o Unidas Podemos.

Vox, contra el independentismo

Los de Rocío Monasterio aseguran ahora que no quieren "patrimonializar" el voto conseguido y prometen salir a reconquistar la confianza ganada el 28 de abril e incluso aumentarla. Su estrategia es, como la del resto de competidores, centrar su mensaje en sus propuestas y mantener sus ideales intactos: lucha contra la violencia de género, contra la "emigración ilegal" o contra la subida de impuestos que quiere la izquierda. Quieren no solo mantenerse, sino incluso crecer más y seguir venciendo -en los resultados generales de toda España- al independentismo, como ocurrió el 28-A. Su campaña, de todas formas, no se centrará solo en el barrio de Salamanca, sino en todo tipo de lugares que representan, como ellos dicen, a "la España que madruga".

PP y Ciudadanos, por su parte, aunque prefieren -en conversaciones privadas- poder gobernar sin contar con Vox y tanto Aguado como Ayuso tendrán que hacer gala de su buena relación personal, escenifican una batalla mutua por ser los líderes -al menos- de la derecha. Con medidas parecidas, se lanzan pullas para quedar uno por encima del otro. Aun así, el objetivo de ambos partidos es ganarse el voto de la "clase media", a quien dirigen la totalidad de sus propuestas.

Así las cosas, la guerra izquierda versus derecha se librará en campos distintos. Podemos y Más Madrid lo harán en lado de los obreros. El PSOE, también, pero ampliará su radio de acción para robar votos al PP y recuperar los que se fueron a Ciudadanos. Los de Aguado y Ayuso intentarán ganarse a las clases medias, al igual que Vox. Tienen 15 días para lograrlo. El 26-M se saldrá de dudas.

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