Si Ahora Madrid se propuso poner la movilidad en el corazón de la legislatura, 2018 ha sido el año en el que más pasos ha dado la capital en aras de una nueva configuración al respecto. Madrid Central ha copado el debate; los patinetes, las calles. Pero ha habido (y habrá) más.
La movilidad y el medio ambiente, en ocasiones difíciles de separar, centran buena parte de la gestión de Ahora Madrid al frente del Ayuntamiento de la capital. La estrategia, que responde a la hoja de ruta marcada, deja varias de sus señas de identidad en 2018.
Centro, un distrito 'blindado' contra los peores humos
Mucho se ha hablado de Madrid Central... y más que se hablará. Por los sucesivos retrasos y por el proyecto en sí; por su entrada en vigor y su implementación. Por la sombra judicial; por las críticas de la oposición, por la gestión de la información y por las dudas de los ciudadanos.
Los aplausos a la gran APR Centro se han mezclado con las opiniones en su contra. El ruido se disparó, sobre todo, al final: resultó tan fuerte que provocó grietas de profundidad incalculable en el seno del PSOE al mismo tiempo que, a falta de horas para su entrada en vigor, la Justicia estudiaba su posible paralización.
Pero la inauguración siguió adelante y el 30 de noviembre fue el gran día. Tan grande que, sin saber cómo, muchas calles de la capital amanecieron con menos tráfico del habitual. Tan grande que, pasado el mediodía, Manuela Carmena, acompañada de varios concejales, se daba un baño de masas... por la 'nueva' Gran Vía, estrenada la semana anterior.
Una ciudad para los peatones y para los transportes sostenibles
La 'nueva' Gran Vía será el otro gran sello de Ahora Madrid en la capital. Aceras más anchas y menos carriles para los vehículos en busca de un objetivo compartido con Madrid Central: 'entregar' la ciudad a residentes, peatones y transportes sostenibles, con el fin de cuidar la salud de las personas y mejorar los niveles de contaminación. La gran arteria madrileña luce desde el 23 de noviembre nueva imagen. No solo por el espacio peatonal ganado; árboles, bancos y semáforos son sus nuevos 'reyes'.
Si ampliamos el foco al resto de la ciudad, comparten reinado con las bicicletas y los patinetes. La 'fiebre' por estos últimos tomó Madrid de tal modo que el Ejecutivo local se vio obligado a meter mano en el asunto. Por seguridad y para dar respuesta a la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible, llamada a cambiar la forma de moverse por la capital.
En esencia, Ahora Madrid quiere que haya más viandantes y menos coches. Por una mayor salud y una menor contaminación; por una ciudad más amable y vivible. Una línea en la que también se enmarca la peatonalización de una calle tan emblemática como Carretas.
Seguridad y medio ambiente, las otras caras de la movilidad
La mirada a veces se posa en el futuro... una práctica que se convierte en un clásico a las puertas de unas elecciones. Así que en ocasiones, cada vez más, este final de legislatura se mezcla con la venidera campaña, por lo que surgen titulares. Como los que apuntan a un carril-bici en Castellana o la peatonalización del eje Prado-Recoletos en el programa de Más Madrid, la plataforma con la que Manuela Carmena quiere revalidar la Alcaldía. De momento, quién sabe si como aperitivo, ya ha quitado espacio al tráfico rodado en parte del paseo de Recoletos.
Pero coches seguirá habiendo. Para que no interfieran en ciertas zonas como lo vienen haciendo hasta ahora, el Ayuntamiento ha empezado la conversión de la A-5 a su paso por la ciudad en vía urbana: ya están instalados los semáforos, que comenzarán a funcionar a principios de 2019. Los objetivos son, según el equipo de Gobierno, reducir el ruido y la contaminación, así como mejorar la seguridad vial en la zona, donde, desde 2012, hay una media anual de 86 accidentes importantes.
2018 quedará también en la hemeroteca como el año en el que Madrid renovó (y endureció) su protocolo anticontaminación y en el que la capital se familiarizó con las etiquetas de la DGT.