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El nuevo Beti Jai, presentado este martes en jornada de puertas abiertas.
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El nuevo Beti Jai, presentado este martes en jornada de puertas abiertas. (Foto: Chema Barroso)

El nuevo Beti Jai muestra su reforma a la espera de que el próximo Ayuntamiento decida sobre su futuro

Por Laura Crespo
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lcrespomadridiarioes/7/7/19
jueves 13 de junio de 2019, 15:37h
Fue uno de los primeros proyectos que puso encima de la mesa el Ayuntamiento de Manuela Carmena y ahora, a dos días de despedirse de Cibeles, presenta sus primeros frutos visibles: el antiguo frontón Beti Jai se muestra a los madrileños en una jornada de puertas abiertas, la única oportunidad por el momento para visitar el edificio tras haber finalizado las obras de restauración en las que llevaba sumido desde 2015. Porque el emblemático edificio de Chamberí acaba la legislatura sin planes de futuro, después de que la Justicia anulara el Plan Especial aprobado por el Consistorio y el Gobierno municipal decidiera no declarar oficialmente el ganador del concurso de ideas que estaba llamado a desarrollar el proyecto. Así las cosas, el nuevo Beti Jai se queda reformado y sin novio hasta que el próximo Ejecutivo tome las riendas.

El antiguo frontón Beti Jai ha mostrado su nueva cara a los madrileños. Tras finalizar -el pasado mes de enero- las obras de rehabilitación de su estructura, se ha celebrado este jueves una jornada de puertas abiertas "ante las numerosas solicitudes recibidas para poder visitar el inmueble", según destaca el Ayuntamiento de Madrid, que ha invertido casi cinco millones de euros en la restauración y consolidación de este emblemático edificio, situado en la calle Marqués de Riscal, 16, declarado BIC en 2011 pero que permanecía en estado ruinoso desde hacía décadas.

Fue inaugurado en 1894 y funcionó como frontón hasta 1918

El antiguo frontón Beti Jai –nombre en euskera que significa ‘siempre alegre’– fue inaugurado el 29 de mayo de 1894, siguiendo un proyecto del arquitecto Joaquín Rucoba, en un momento en el que el juego de pelota vasca estaba en apogeo en toda España. El Beti Jai fue el cuarto de muchos frontones que pronto brotaron en la capital para satisfacer este gusto de la sociedad madrileña por el juego vasco. Fue, casi, como una burbuja. Tal era la competencia que algunos, como el Beti Jai, no la soportaron. El frontón de Chamberí fue quedando obsoleto y terminó entrando en decadencia: primero, como instalación deportiva; después, y tras haberse reinventado en diversos usos -incluido el de cárcel-, de forma total hasta su completo abandono al final de la década de los 80.

Hoy, el Beti Jai ha vuelto a abrir sus puertas, y lo ha hecho con una imagen fiel a la original. Al menos, en esa dirección ha ido todo el esfuerzo del equipo rehabilitador, que, según explica el Ayuntamiento en un comunicado, "ha realizado un minucioso trabajo de investigación, recurriendo a periódicos de la época, fondos documentales de bibliotecas, colaboración con asociaciones y expertos". Medios de comunicación, vecinos y curiosos se han acercado para ver por dentro el resultado de las obras. Algunos, aficionados a la pelota vasca, ilusionados con que se recupere un pedazo de aquel Madrid en el que los pelotaris eran recibidos como auténticas estrellas.

Así, Attila no se ha querido perder esta oportunidad única para pasearse por la historia madrileña. Este vecino de Madrid ha podido probar sus pelotas, compradas en una tienda de Alonso Martínez hace más de cuarenta años, en una cancha de tal solera. Su hija Beatriz lo acompaña y se confiesa contagiada de ese gusto por la pelota vasca de su padre. "Soy aficionada desde pequeña", comenta.

Attila y Beatriz son dos de los vecinos de Madrid que han querido dar la bienvenida al nuevo Beti Jai en la jornada de puertas abiertas de este martes (Foto: Chema Barroso)

El Beti Jai ocupa una parcela de 3.609 metros cuadrados y la superficie construida alcanza los 10.800 metros cuadrados. Está realizado en diferentes estilos, entre los que cabe destacar el eclecticismo de la fachada principal, el neomudéjar presente en algunas partes del interior y la arquitectura del hierro característica del siglo XIX. Tiene una cancha al aire libre, de 67 m de largo, 20 m de ancho y 11 m de alto. Alrededor de la misma se extienden las gradas, que rodean la pista por sus lados oriental y meridional, dibujando una planta semi-elíptica.

125 años de historia y un futuro incierto

El Beti-Jai acaba de cumplir 125 años. Tras su inauguración en 1894, funcionó como frontón hasta 1918. A partir de 1919 tuvo diversos usos como taller de coches, comisaría de policía, cárcel, taller de objetos de escayola y cartón piedra, entre otros. Fue declarado Monumento Nacional en 1991 y Bien de Interés Cultural en 2011. En mayo de 2015 el Ayuntamiento finalizó el proceso de expropiación y adquirió Beti Jai, dando inicio así a los trabajos para recuperarlo sin alterar su esencia.

Lo único que por el momento está claro es que, superado su estado ruinoso, ya no se vendrá abajo

Aspira ahora a recuperar esa posición de espacio relevante en la vida deportiva, social y cultural de la ciudad. Sin embargo, lo único que por el momento está claro es que, superado su estado ruinoso, ya no se vendrá abajo. El Beti Jai tendrá futuro, pero aún está por ver cuál. Porque el inmueble cierra la legislatura sin un Plan Especial que determine sus usos futuribles, que dependerán del próximo Ejecutivo municipal.

El pasado mes de febrero, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, anunciaba la anulación del Plan Especial que el Ayuntamiento había aprobado a finales de 2017, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid estimara los recursos presentados por los socialistas del Ayuntamiento y la Asociación Madrid Ciudad y Patrimonio, que consideraban que la instalación de una cubierta en el inmueble contemplada en el documento supondría una "alteración importante" del edificio. La sentencia del TSJM no entraba en el fondo del asunto de ambas denuncias, sino que tumbaba el plan del Consistorio por un defecto de forma. No obstante, la alcaldesa reconoció ya en febrero que no había tiempo para modificar y aprobar un nuevo Plan Especial para el Beti Jai y optaba por no resolver de forma oficial el concurso de ideas abierto para la remodelación del inmueble y cuyo jurado había proclamado ganador al proyecto 'Bizitza berria, nueva vida para el Beti Jai' en noviembre del año pasado.

Una carrera de obstáculos

La anulación del Plan Especial no es sino el colofón de una trayectoria plagada de controversias y oposiciones. Expropiado el inmueble por el Ayuntamiento del PP en 2015, el anuncio sobre la reforma del Beti Jai se realizó en los primeros meses del Gobierno de Ahora Madrid. El por entonces recién estrenado 'Gobierno del cambio' de la capital madrileña adelantó que acometería la reforma del antiguo frontón de Chamberí en 2016. Ya en diciembre de 2015 se realizaron los primeros trabajos de rehabilitación urgente del complejo, que se encontraba en estado ruinoso desde hacía años a pesar de que en 2011 se le había dotado de la calificacion BIC (Bien de Interés Cultural) y, por tanto, de la máxima protección urbanística.

Las obras de consolidación de la estructura empezaron a finales de 2015

La segunda fase del proyecto para el viejo frontón arrancó en el verano de 2016, cuando el Consistorio abrió un proceso participativo para definir sus futuros usos, mientras la etapa de consolidación de la estructura se alargaba más de lo previsto. A finales de ese año se aprobaba inicialmente el malogrado Plan Especial del Ayuntamiento para el Beti Jai, que contemplaba usos deportivos, culturales y educativos, además de la controvertida cubierta. Ese Plan Especial encontró desde el principio la confrontación tanto de la oposición como de los vecinos, que no veían con buenos ojos la decisión del Ayuntamiento de lanzar a concurso público y abierto la concesión del histórico frontón, al considerar que el proyecto se elaboraría con la perspectiva de la rentabilidad económica y no de la recuperación histórica y cultural. De hecho, poco después, la polémica volvía a enredar el futuro del Beti Jai después de que varios medios publicaran que Carmena planeaba ceder el frontón a una empresa vasca, dando así carpetazo definitivo al proyecto de gestión municipal que los vecinos defendían.

Mientras, las obras de rehabilitación de la estructura avanzaba, y en mayo de 2017 se presentó el resultado de la primera fase, con las que el Beti Jai recuperó su fachada y su graderío original:

Ahora, y una vez terminadas las obras de acondicionamiento del inmueble, el proyecto de rehabilitación definitivo y el futuro uso concreto del Beti Jai queda en manos del próximo Ejecutivo, que empezará a fraguarse este sábado en el Pleno constitutivo del nuevo Ayuntamiento de Madrid.

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