El presidente de la Comunidad se mantiene firme con su decisión de dejar la precontratación de VTCs en manos de los Ayuntamientos y exige al ministro Ábalos "que dé la cara". El sector de los vehículos de transporte con conductor se compara con Netflix y rechaza establecer tiempos mínimos para que los clientes puedan solicitar sus servicios.
"No voy a aceptar la reclamación de los taxistas sobre la precontratación". Así de contundente se mostró este martes Ángel Garrido tras la reunión que mantuvo con los representantes de los VTCs. "No voy a legislar para acabar con un sector", sentenció el presidente de la Comunidad. El objetivo era dejar claro a los taxistas que legislar sobre el tiempo de antelación con que un cliente debe solicitar un servicio de vehículo de transporte con conductor quedará en manos de los Ayuntamientos sí o sí. Es decir, la precontratación seguirá siendo la "línea roja" de las negociaciones.
Así asumió el jefe del Ejecutivo las peticiones de Unauto -la patronal mayoritaria de VTCs-. "Establecer tiempos de precontratación es dejarnos sin opciones en la ciudad de Madrid", denunció su portavoz, Eduardo Martín. "Es como si alguien va a ver una película en Netflix y antes de darle al play tiene que esperar 30 minutos, una hora o seis, como exigen los taxistas", ejemplificó. Y denunció: "La realidad es que el taxi busca eliminar Uber y Cabify en las grandes ciudades". "Nosotros buscamos una convivencia ordenada y pacífica. Si en muchas ciudades europeas ocurre, en Madrid también es posible", defendió.
Del mismo modo, Garrido dijo que su misión es "legislar para los ciudadanos". "Y los servicios de VTC también son demandados por la ciudadanía", argumentó. "Madrid es una Comunidad en la que existe libertad de comercio, de elección de la educación de los hijos y también de transporte. Legislaré para que convivan los dos sectores", continuó con su discurso, visiblemente enfadado y solicitando a los huelguistas "que vuelvan a la mesa de diálogo". "Ayer perdieron la gran oportunidad de elaborar un texto de consenso. Nosotros habíamos admitido casi la totalidad de sus reivindicaciones", afirmó el jefe del Ejecutivo.
Desde la Puerta del Sol insisten en que deben ser los Ayuntamientos quienes gestionen este tipo de medidas y hasta aseguran que ya podrían haber regulado el servicio si hubieran querido. Aunque es la Comunidad quien aprueba las autorizaciones de VTC -los Ayuntamientos, las licencias de taxi-, son los Consistorios los que regulan el tráfico. Por tanto, explican fuentes de la Consejería de Transportes, del mismo modo que en la capital se prohíbe la entrada de determinado tipo de vehículos en Madrid Central y se regulan las libranzas y los horarios de los taxistas, podrían regular también las de los VTC. "Ellos tienen parte de responsabilidad", denunció el presidente lamentando los "intereses políticos" que existen detrás de este conflicto.
La culpa, del PSOE
Garrido también echa balones fuera respecto a la incumplida proporción 1:30. "En Madrid hay una gran desproporción por culpa del PSOE", espetó haciendo referencia a la liberalización del sector que aprobó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Martín, de Unauto, hizo lo propio y añadió una aclaración: "La proporción ya se cumple porque esa ley hace referencia a la concesión de nuevas licencias. Desde noviembre de 2015 no se aprueban más licencias, pero lo que no se pueden es quitar las que ya existen porque vulneraría la retroactividad de la ley y eso, según los juzgados, es inviable", matizó.
El actual Gobierno central de Pedro Sánchez y, en concreto, su ministro de Fomento, José Luis Ábalos también fueron objeto de crítica. Por un lado, Martín aseguró que la prohibición de captar viajeros en la calle ya se había regulado en 2017 y lamentó que Ábalos "no haya hecho sus deberes" al no poner en marcha el registro electrónico con el que se establece una geolocalización que, automáticamente, prohíbe a un VTC captar a un cliente si, tras haber dejado a otro, no ha vuelto a la base.
Asimismo, el presidente de Unauto a nivel nacional consideró un "error" que el Ejecutivo estatal cediera las competencias a las Comunidades. "Multiplicó el problema por 17", valoró, criticando también las intenciones de Garrido de dejarlo en manos de los Consistorios. El presidente, por su parte, defendió que ello se debe a las "características" peculiares de cada territorio, pero también aprovechó para arremeter contra los socialistas. "Todos estos problemas se deben al PSOE. Ábalos quiso lavarse las manos y va a tener que dar la cara", reivindicó Garrido.
Condena a la violencia
Del mismo modo, exigió a la Delegación de Gobierno que dirige José Manuel Rodríguez Uribes que "actúe" para evitar incidentes violentos, cortes de carreteras o escraches como el que ayer sufrió el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. "El sector del taxi está perdidendo la credibilidad que merecían sus propuestas", amenazó Garrido. Eduardo Martín, que desmintió que fuese un conductor VTC quien atropelló a un taxista en la A-2, también condenó la violencia: "Nosotros respetamos su derecho de huelga, pero ellos también tienen que respetar nuestro derecho a trabajar", concluyó.