Pablo Iglesias ha ganado en Madrid, no es ningún secreto. La alianza estratégica entre su sector, capitaneado por el diputado en la Asamblea y portavoz en el Senado, Ramón Espinar, y los anticapitalistas de Miguel Urbán -quien, por cierto, cayó como protosecretario general de la valiosa plaza madrileña ante el 'pablista' Luis Alegre hace casi dos años- ha dejado noqueados a los 'posibilistas' de Rita Maestre, Tania Sánchez y, en el final de la cadena, Íñigo Errejón. Lo mismo ha ocurrido en Andalucía. Los del 'número dos' llegan ahora a Vistalegre 2, el próximo congreso nacional de la formación morada, con menos protagonismo del que hubieran querido.
Nadie contesta la victoria de Espinar. Ha sacado siete puntos y dos mil votos a la portavoz municipal, así que fuentes de esta candidatura destacan a Madridiario que su único papel tras el varapalo es reconocer lo votado. Porque todo apunta a que la polémica por el piso de Alcobendas que ha sacudido la campaña del senador no ha hecho más que movilizar a las bases ante lo que se ha terminado codificando como una injerencia del 'establishment'.
El fracaso en la votación de los documentos organizativos ha mutado en un éxito que brinda a la candidatura Juntas Podemos una sobrerrepresentación de hasta el 80 por ciento de los asientos del Consejo Ciudadano, el órgano de dirección regional. Por contra, de Adelante Podemos se han colado solo siete nombres, entre los que están los de José Manuel López, Tania Sánchez (que, desde la instrumental Convocatoria por Madrid salta ahora a su primer puesto orgánico en Podemos), Eduardo Fernández Rubiño o Pablo Padilla.
Críticas al sistema
"El sistema de votación ha hecho que un bloque gane casi todos los puestos y hay gente desencantada porque premia las mayorías", explica a Madridiario la líder de la 'tercera vía', Mónica Mota. Es la polémica que ha enfrentado a los candidatos, que habían optado por el sistema Borda, con la dirección de Garantías estatal. La candidatura de Mota, Uniendo Podemos, "colaboró activamente" con los documentos de Adelante, por lo que ahora dedicarán sus esfuerzos a "hacerlos valer", en una apelación a la diversidad.
La propia Maestre, en su discurso de aceptación del fracaso, reprochó que el aparato estatal no respetara "el voto democrático de miles de inscritos en la Comunidad de Madrid, que por mayoría aplastante apostaron por un sistema proporcional", antes de reclamar un reconocimiento a la "integración y pluralidad que hay en Podemos, dentro del consejo ciudadano autonómico".
Con la digestión de los resultados y ante el silencio este fin de semana de los de Maestre, algunas voces de su lista reiteran que la nueva dirección no puede menospreciar la diversidad manifestada en las urnas. Sin embargo, reconocen que, "que haya o no integración" -en los gestos o el reparto de poder en las instituciones, por ejemplo- depende al final de la voluntad de los ganadores.
El futuro de López
López protagonizó varios días de tensión con la candidatura 'oficialista' que intentó apaciguar en este digital, incluso haciendo posteriormente públicas sus felicitaciones a Espinar tras conocer los resultados. Ahora, son muchos los rumores que apuntan a un relevo al frente de la portavocía de la Asamblea que él ostenta. El propio Espinar ya le marcó el camino de salida nada más conocer su triunfo y suenan nombres de su entorno para este puesto, como los de las afines Lorena Ruiz-Huerta o Isabel Serra. Mezclando las votaciones paralelas a la Secretaría General y al Consejo Ciudadano, esta última diputada regional fue la persona que más apoyos obtuvo en este proceso, 13.774, cien más que el nuevo secretario general. No es de extrañar que amague con enarbolar ahora este triunfo.
Entre los derrotados, consideran que ese no es el debate y esperan que no se consume ese paso, teniendo en cuenta los modos fulminantes que ha vivido la formación este último año de crisis. "Se estableció rotar el puesto de senador por Madrid al año y Espinar tampoco lo ha hecho", afirma Mota. Ahora, tras esta campaña, solo queda una consigna nítidamente unánime que respaldan todos los 'podemos': ganar, cuando toque, al PP.