España contiene la respiración. El PSOE de Pedro Sánchez podría resolver con éxito una moción de censura por primera vez desde la Transición. El Congreso de los Diputados acoge hoy el debate que podría derrocar a Mariano Rajoy y al PP, cuya imagen está bajo mínimos tras la sentencia de la Gürtel. Lo que ocurra en la Carrera de San Jerónimo volverá a depender de los equilibrios en Cataluña y, sobre todo, el País Vasco. Sánchez pronuncia esta mañana un discurso que pretende seducir al ineludible PNV. Sin embargo, el presidente podría dimitir en el último minuto y paralizar la votación de este viernes: un freno de emergencia que pondría a todo el país, otra vez, en funciones.
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Horas decisivas para la política nacional en el Congreso de los Diputados. El PSOE defiende desde este jueves la moción de censura avalada por sus 84 diputados contra el Gobierno de Mariano Rajoy. Su secretario general, Pedro Sánchez, pretende desembarcar esta semana en Moncloa por tercera vez, tras intentarlo en las dos últimas convocatorias electorales (una de ellas, con investidura fallida incluida) y tras reconquistar un partido que se le alzó en rebelión.
El PP llega a la sesión noqueado por la sentencia de la trama Gürtel, que condenó la pasada semana a una treintena de personas (ex altos cargos incluidos) y al partido de Gobierno como partícipe a título lucrativo de un "auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional", como lo definieron los magistrados. Mientras las negociaciones se sucedían este miércoles, la Audiencia Nacional decidió enviar a prisión a Rosalía Iglesias, la esposa de Luis Bárcenas, siguiéndole en sucamino en otro baño de realidad.
Con un ojo en Barcelona y otro en Vitoria
Los socialistas cuentan con 156 síes de partida, los de Unidos Podemos y sus confluencias, además del respaldo del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo. Sin embargo, la elocuente negativa de Ciudadanos (Cs) a participar en una operación que no lideran y que les aparta en el control de los tiempos electorales hace que la aritmética nacional vuelva a depender del soberanismo vasco y catalán.
Este martes, el nuevo president de la Generalitat asumió nombrar un gabinete sin prófugos que pueda tomar posesión de su cargo, lo que en la práctica supone el final de la aplicación del artículo 155. Este elemento, junto a que la salud de la lehendakaritza del jeltzale IñigoUrkullu depende de los socialistas, podría alinear a los tres partidos decisivamente a favor de Sánchez, el que consideran el enemigo menos malo en la capital para un momento de distensión.
El PSOE quiere sacarles de la abstención en la votación de este viernes, pública, que pretende convertir en un plebiscito "ético" sobre la continuidad de Rajoy. No obstante, aunque ERC ya se ha mostrado favorable -y, con ello, EHBildu- y el PDECat está a un paso, si bien algunos prefieren esperar a lo que defienda hoy Sánchez y a las negociaciones de ultimísima hora con las que Génova pretende salvar a Rajoy.
Freno de emergencia
No hay que olvidar que, pese a las dramáticas tensiones, los escaños nacionalistas han respaldado al PP en más de una ocasión en esta legislatura. Sin ir más lejos, el PNV acaba de salvar los Presupuestos y los independentistas catalanes votaron a favor de Ana Pastor como presidenta de la Cámara Baja. Además, nadie sabe hasta dónde puede llegar la presión interna de los populares y en los mentideros se habla ya de que Rajoy pueda dimitir en el último momento para resolver la crisis.
Esta opción cobra fuerza por minutos. La inmolación del presidente, igual que él se la exigió a Cristina Cifuentes, haría decaer la moción y sería todoun regate técnico a los socialistas. Salvaría a su Gobierno, que quedaría en funciones, pero sumiría al país en una inestabilidad que conduciría a un nuevo ciclo de investiduras y, en último término, a unas posibles elecciones anticipadas. Cabe recordar que la Constitución es parlamentarista, no presidencialista, e impide traspasar el mando a un vicepresidente, como se ha llegado a insinuar. Podría darse incluso que Sánchez, en este futurible, tuviese más cerca el despacho de Moncloa que ahora, ya que solo necesitaría una mayoría simple en el Congreso.
Hay una tercera vía apuntada por Podemos y válida, en teoría, para Cs: plantear una moción "instrumental" al ileso Rajoy que le haga salir y que el Gobierno entrante solo se limite a poner una fecha a las generales.
¿Cómo será el debate?
Las dudas se resolverán en las próximas horas. El debate comienza a las 9 con la justificación de la moción por parte, en este caso, de José Luis Ábalos, secretario de Organización de los socialistas, en una intervención sin límite de tiempo, antes de que el propio candidato presente su programa. El Gobierno puede interrumpirle y tomar la palabra en cualquier momento.
Después de un receso, Pastor dará la palabra hasta mañana a los representantes de los grupos parlamentarios, con un tiempo de 30 minutos y una segunda intervención de otros diez. Los partidos fijarán su posición en orden de menor a mayor representación, de ahí que los discursos más interesantes tendrán lugar este mismo jueves con las intervenciones de PNV, ERC y PDECat.
La votación, pública y por llamamiento, tendrá lugar previsiblemente este viernes pasado el mediodía. Si Sánchez obtiene la mitad más uno de los votos -esto es, 176-, será investido presidente del Gobierno de forma automática y su mandato se extenderá hasta las próximas elecciones. Sean cuando sean.