Después de que anoche no quisiera atender a los medios, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha comparecido este lunes en rueda de prensa y, a pesar de los malos resultados de Podemos, el secretario general no ha mencionado la posibilidad de dimitir.
Con un rostro que claramente reflejaba el mal momento por el que había pasado desde anoche, con pocas horas de sueño en su semblante, Pablo Iglesias despachó en apenas dos minutos su comparecencia ante los medios ante de comenzar a aceptar las preguntas de la prensa.
Iglesias, lejos de dimitir, se ha limitado a hacer la habitual "autocrítica", aquella de la que lleva meses refiriéndose y de la que nadie tiene conocimiento y anunció que convocaba un Consejo Ciudadano en Podemos para debatir la situación tras los malos resultados electorales, que sí aceptó.
El líder de Podemos, olvidando sus primeras referencias a la autocrítica, presumió en seguida de músculo: recordó que serán fundamentales para el gobierno de la nación y que en algunas autonomías serán clave, como por ejemplo en La Rioja, entre otras.
Sobre la debacle en la capital, Madrid, evitó cargar contra Manuela Carmena e Íñigo Errejón de manera explícita, aunque sí lo hizo por referencias: "Con Carmena fuimos enormemente responsables al no presentar una candidatura en Madrid... a partir de ahí creo que actuamos con ética pidiendo el voto simultáneamente para ambas candidaturas", dijo Iglesias en referencia a la otra lista de izquierdas, Madrid en Pie, que sacó algo más del 3% de los votos pero no obtuvo concejales, debilitando el frente de izquierdas.
Iglesias, tirando de su antigua experiencia como experto político, aseguró que "incluso sumando los votos de Madrid en Pie, hubiera sido insuficiente para hacer frente a la extrema derecha", además de hacer una primera referencia sobre lo que sucedió en Madrid: "Todos tendremos que hacer autocrítica". Un comentario sobre Carmena y Errejón sin nombrarlos, aunque animó a continuación a "trabajar colectivamente y remar juntos desde el respeto". "La división resta y la suma multiplica", comentó después en clave de politólogo.
Tampoco tuvo reparos en recordar que su cargo "siempre está a disposición de los inscritos del partido", pero no quiso insinuar que medita su futuro inmediato al frente del mismo. Preguntado de nuevo por el tema más candente, que era la concurrencia de Errejón con su propio partido, compitiendo en la región madrileña contra Podemos, reconoció que "la división ha sido clave", sin nombrar a nadie.
Además, preguntado directamente sobre si estaba de acuredo con las palabras de ayer en un tuit por parte de Juan Carlos Monedero sobre que las cloacas del Estado habían intervenido para que Errejón hiciera su propio partido y debilitara a la izquierda, en clave de teoría conspirativa, fue muy claro y contundente: "No estoy de acuerdo y... no estoy de acuerdo".