El servicio de patinetes eléctricos compartidos sin estaciones fijas, Lime, ya ha retirado su flota de la vía pública tal y como le requirió el Ayuntamiento de Madrid. El objetivo de la compañía es cumplir con las demandas del Gobierno municipal para volver a prestar servicio "a todos los madrileños lo antes posible", según asegura la empresa en un comunicado.
Lime operaba en Madrid -más de 150.000 usuarios registrados- hasta que el Ayuntamiento exigió a la compañía retirar su flota de patines eléctricos de la capital debido a que sus apps no determinan dónde pueden los clientes empezar o terminar el viaje, y esto inclumple la normativa vigente en la reciente ordenanza de movilidad.
Álvaro Salvat, director general de Lime en España, ha declarado en un comunicado que han cumplido con el mandato "a pesar de diferir con la decisión. Retiraremos nuestra flota para poder operar con la seguridad jurídica que los madrileños merecen". Y añade: "Desde el inicio hemos ofrecido no solo compartir nuestros datos con el Ayuntamiento, sino también ofrecerles soluciones que fomenten tanto el aparcamiento cívico como la seguridad. Somos optimistas que, de la mano del Ayuntamiento, los madrileños podrán pronto volver a disfrutar de una alternativa sostenible de movilidad".
Salvat, además, considera que tras la puesta en marcha de Madrid Central la capital "necesita alternativas de movilidad sostenible y Lime ya es una realidad de transporte entre los madrileños. En la ciudad cabemos todos menos la contaminación".
En cuatro meses de funcionamiento en Madrid la empresa ha registrado un total de 500.000 viajes.