Rocío Monasterio (Vox) saluda a Ignacio Aguado (Ciudadanos) en el pleno de investidura sin candidato celebrado este miércoles en la Asamblea. (Foto: Chema Barroso)
Vox abre la puerta a alcanzar un pacto antes de agosto si Cs acepta mantener las reuniones
Tiene "pocas exigencias" y así lo manifiesta cada vez que tiene ocasión. Rocío Monasterio se define como "fácil de convencer" y, pese a sus amenazas de seguir negociando "todo el verano", está dispuesta a cerrar un pacto de Gobierno con Isabel Díaz Ayuso antes de llegar a agosto y deja, así, la pelota en el tejado de Ciudadanos.
Para Vox, la reunión a tres bandas del pasado martes fue solo "un primer paso" hacia la alianza PP-Cs-Vox. Su intención es aceptar la mano tendida de la candidata popular para seguir con las reuniones y confía en que éstas sean productivas más pronto que tarde. Es más, fuentes cercanas a dichas negociaciones aseguran a Madridiario que el contacto entre las tres formaciones sigue siendo permanente e insisten en que el ambiente del martes fue "cordial" pese a la intervención posterior de Ciudadanos.
Su versión contrasta con la ofrecida por el líder de los naranjas, que ante la negativa de Monasterio a estudiar el documento programático cerrado de forma bilateral entre PP y Cs, escenificó la ruptura de las conversaciones. Ignacio Aguado se levantó de la mesa apenas media hora después de sentarse en ella y acusó a Vox de querer bloquear la investidura, aliarse con las izquierdas de PSOE, Más Madrid y Podemos y abocar a los madrileños a unas segundas elecciones.
Este miércoles, durante la celebración del primer pleno de investidura sin candidato de la Asamblea, la postura de Aguado parecía inamovible. "No habrá más reuniones a tres porque no hay nada que negociar. Ya está todo negociado", sentenció rotundo en respuesta a la invitación de Ayuso de mantener las negociaciones a tres bandas para formar Gobierno cuanto antes.
La líder de los populares, ansiosa por hacerse de una vez con la Puerta del Sol tras no haber podido hacerlo en el primer intento que se le presentaba para lograrlo, puso encima de la mesa el establecimiento de un calendario para "seguir avanzando" hacia la mayoría suficiente para investirla. Ayuso volvió a abroncar a sus dos socios por "no querer" poner en marcha el nuevo Ejecutivo de la Comunidad que es "el motor económico de España", pero también volvió a hacer de mediadora entre ambos pese a su evidente malestar con esta situación.
"¿Y el acuerdo, pa'cuándo?"
Monasterio, según ha podido saber este diario, está dispuesta a seguir avanzando en el camino hacia el pacto y ya hay quien entre su equipo baila entre risas a ritmo de '¿Y el acuerdo pa'cuando?'. Ella se deja querer y se pasea por la Cámara con un halo de confianza que saca de quicio a sus rivales. Sabe que tiene la sartén por el mango -o así lo cree- y ha logrado incluso que hasta desde la izquierda critiquen a Aguado por querer "esconder en el maletero" a sus socios de ultraderecha.
Él, por su parte, defiende que solo cumple con lo prometido en campaña: no pactar con Vox pero tampoco con el PSOE de Ángel Gabilondo que, en su opinión, representa el "sanchismo" que se acerca a "independentistas y filoetarras" y, además, "provoca" que su formación sea "atacada" en el desfile del Orgullo Gay. Por ello, Aguado mantiene que o es Monasterio la que cambia de opinión y así se lo transmite al presidente de la Asamblea, Juan Trinidad, o será la culpable de que los madrileños tengan que volver a las urnas en otoño.
De no salvar este escollo antes del 10 de septiembre, la máxima autoridad del Parlamento deberá volver a convocar otro pleno sin candidato en dicha fecha, tras lo cual se convocarán de forma inmediata las segundas elecciones. Según marca el Reglamento, habría que esperar hasta que dicha convocatoria se publique en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCAM) -previsiblemente, el día 12-. La cita electoral se produciría transcurridos 54 días desde que dicho momento, el primer domingo posterior. Es decir, el 10 de noviembre.
Para evitarlo, Rocío Monasterio se deja querer mientras Ignacio Aguado argumenta que ya ha hecho "todo lo posible" para desencallar el proceso. La líder del PP, Ayuso, ya se ve sustituyendo al actual jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Rollán, pero insta a sus futuros socios a ponerse de acuerdo más pronto que tarde. "Al final nos vamos a votar los tres", confía la ¿futura presidenta?.