La incómoda foto del trío de Colón volverá reproducirse este jueves en la Asamblea de Madrid. Aunque en otros términos, porque se trata de líderes autonómicos y no nacionales, los portavoces de PP, Ciudadanos y Vox volverán a ser retratados en la reunión de la Junta de Portavoces.
Se cumplirá así la predicción de candidata natural a la Presidencia de la Comunidad (puesto que es la que más posibilidades tiene de conseguir una mayoría absoluta), que el martes recordó a sus socios futuribles que "ya negocian juntos todos los días". Isabel Díaz Ayuso se refería a las negociaciones de la Mesa, donde las tres derechas se ayudaron mutuamente para romper la representatividad, obtener la mayor parte de los puestos de dicha Institución y dejar fuera de la misma a Más Madrid y Podemos.
Con un margen de 5 a 2 miembros (del PSOE), el máximo órgano de la Cámara se reunió ayer por segunda vez para debatir -sin conclusión alguna- sobre la distribución de escaños en el hemiciclo (que seguirá igual que en la primera sesión, al menos, en el primer pleno), sobre el registro de senadores por designación autonómica de las formaciones y sobre una solicitud de comparecencia sobre la empresa pública Avalmadrid que terminó sin acuerdo. Hoy es el turno de la Junta de Portavoces, donde todas las formaciones diseñarán el orden del día del pleno de investidura sin candidato convocado por el presidente del Parlamento para el 10 de julio.

Allí se verán las caras los portavoces (temporales, hasta que se forme Gobierno) de PP -la propia Ayuso-, Ciudadanos -Ignacio Aguado- y Vox -Rocío Monasterio-, que estarán acompañados por Ángel Gabilondo (PSOE), Íñigo Errejón (Más Madrid) e Isa Serra (Podemos). Todo apunta a que la jornada será convulsa ya que se da por hecho que continuará la pelea entre ambos bloques por el vacío legal del Reglamento que, para unos, permite transformar dicha sesión en un pleno con candidato incluso hasta el último momento mientras que para los otros se trata de una interpretación "arbitraria" y "partidista" de la norma parlamentaria.
Ayuso: "Lo que ocurra en Murcia o el Ayuntamiento me es indiferente"
Pero las miradas estarán puestas también fuera de Madrid. En Murcia, las tres derechas se encuentran en la misma situación, por lo que lo que ocurra en el Sur podrá determinar las políticas de la Comunidad a partir de ahora. Allí, Vox tumbó el martes la investidura del popular Fernando López Miras porque Ciudadanos, como en Madrid, se negó a negociar con ellos un acuerdo de Gobierno. Era la primera votación. Pero este jueves, si los de Santiago Abascal no apoyan al PP, la segunda sesión del pleno terminará, de nuevo, con una investidura fallida.
Murcia no es Madrid -las diferencias presupuestarias y de relevancia política de una y otra comunidad son evidentes-, pero la primera podría servir de amenaza para la segunda. De hecho, Aguado ya manifestó "cierta preocupación" por lo ocurrido allí, pese a que insistió en mantener su veto a Monasterio y negociar solo con el PP.
La líder de Vox, por su parte, no se ha pronunciado públicamente sobre la decisión de la máxima autoridad de la Asamblea, Juan Trinidad, de Ciudadanos, de convocar un pleno sin candidato y conceder "más tiempo" a su jefe para llegar a un acuerdo con Ayuso. Eso sí, en el partido mantienen que no regalarán sus 12 escaños para apoyar a un bipartito que no "respeta" a sus votantes y, en especial, a una formación -la naranja- que siente "asquito" por ellos.
Mientras tanto, Ayuso se desvive por desdibujar sus diferencias ante el temor, bien de que se pueda celebrar un intento de investidura de Ángel Gabilondo, bien de que Vox lleve hasta el último término sus amenazas y deje caer el Ejecutivo murciano y, la semana siguiente, el suyo. Por ello, abroncó tanto a Aguado como a Monasterio y les pidió que se centren en la Comunidad de Madrid y en sus conversaciones con ella. "Negocian conmigo. Lo que ocurra en Murcia o en el Ayuntamiento de Madrid me es indiferente", constató. Y añadió: "Creo que Cs y Vox se pueden entender. Ahora bien, si no lo hacen por cuestiones ajenas a mí, que no lo paguen conmigo ni con los madrileños", les exigió a ambos.
Influencias externas
Aun así, es evidente que la política ajena a la región influye en la propia. No solo Murcia marcará un antes y un después en las negociaciones de Madrid, sino también el futuro pleno de investidura de Pedro Sánchez -el 22 y 23 de julio- en caso de que PP, Cs y Vox no lleguen a un acuerdo antes del 10 de julio, o, incluso, el pasado y el futuro del Ayuntamiento de Madrid.

Este jueves también se cumplen los 20 días de plazo que PP y Vox se dieron para cumplir el acuerdo que aupó a la Alcaldía al popular José Luis Martínez-Almeida. Ambas formaciones siguen sin retomar el contacto tras su última reunión, el 18 de junio, cuando los de Javier Ortega-Smith rompieron toda relación al considerar incumplida la palabra dada por el PP, que les había prometido Concejalías a cambio de su apoyo y pese a la oposición de Begoña Villacís (Cs) para compartir Junta de Gobierno con ellos.
En un principio, el tema municipal quedó zanjado cuando los de Vox decidieron irse a la oposición y dejar en el poder un Gobierno en minoría de populares y naranjas. Pero, si en su día esto ya sirvió para que Monasterio rompiera sus negociaciones con Ayuso por no fiarse ya de las promesas del PP, este jueves podrían volver a utilizarlo como excusa -otra- para hacerse valer en el proceso negociador.
Abascal versus Rivera
Por si esto fuera poco, las relaciones entre los jefes supremos de las derechas tampoco pasan por su mejor momento. Así se deduce de un polémico tuit con el que Vox respondió a un mensaje del secretario de Organización de Ciudadanos, Fran Hervías, del que, según Libertad Digital, no quiso retractarse.
En él, los de Santiago Abascal llaman "sinvergüenza" a Albert Rivera, además de dedicarle otros calificativos como "acojonado" y pedirle que deje "de lamerle el culo a Macron" y de pedirle permiso al presidente francés para sentarse "como la gente normal" a buscar un acuerdo con ellos. "Y si no, pactad con el PSOE, que es lo que queréis", lanzaron -de nuevo- una amenaza velada.
Así las cosas, todo apunta a que la política amenaza con traer un verano caliente y no solo por la ola de calor. Este jueves continuará la batalla por la Puerta del Sol con la vista puesta fuera de Madrid.