En 2003 se conoce el informe que desveló en exclusiva Madridiario que prueba que Metro conocía en qué trenes y en qué estaciones había amianto. ¿De quién es la culpa de que no se haya hecho nada hasta 2018?La culpa es de los sucesivos consejos de administración, de los consejeros delegados y, por supuesto, del servicio de prevención. El problema no viene de 2003,
viene de mucho antes. Según vimos en la primera sesión de la comisión de investigación de la Asamblea, antes de ese año la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) ya avisó de que el amianto que había en las zapatas de freno era un potencial peligro y se empezaron a sustituir, pero se quedaron ahí.
El informe es una recopilación que
no tiene ningún efecto práctico en la gestión del amianto por parte de Metro, que tampoco reacciona al
Decreto 396 que se publica en 2006. Es en 2017 cuando empiezan a saltar las alarmas. En marzo hay un incidente en una subestación de artilleros cuando se perfora por error una plancha de amianto y un trabajador, que no tenía por qué conocer qué era el amianto porque la empresa no había informado de nada, avisa de que ese material no se podía tocar.
En este tiempo, Metro
sigue ocultando información y ahora estamos intentando desvelar qué ha pasado para que
haya muerto un trabajador, haya tres con asbestosis y se esté estudiando la muerte de otros dos. Las estadísticas no son muy halagüeñas.
¿Qué responsabilidad tiene de este asunto Borja Carabante, consejero delegado de Metro?Lo que le ha pasado a
Carabante es lo que podría haberle pasado a cualquiera de sus antecesores.
Metro les importa muy poco. Es un sitio donde colocan a gente que no sirve en otros lados y es un ir pasando, pero dirigir una empresa con 8.000 trabajadores directos es una responsabilidad, cualquiera estaría orgulloso de dirigirla pero el poder ha hecho que para ellos sea un trámite.
Carabante solo ha empezado a moverse
cuando se le ha ido de las manos: cuando la prensa ha ido sacando información, cuando los trabajadores han comenzado a declarar enfermedades derivadas de su actividad laboral... No nos olvidemos de que la gente
al trabajo va a ganarse la vida, no a morir, y en Metro ha ocurrido lo contrario.
El Plan de Desamiantado expone que hasta el 2025 Metro no estará limpio de amianto...Si Metro fuese capaz de hacer desaparecer todo el amianto en 2025
me daba con un canto en los dientes, pero el amianto les preocupa poco: la Unión Europea ofrece ayudas para quitar el amianto y ni la Comunidad ni Metro las han pedido. Los 140 millones que han dispuesto para este Plan vienen de partidas consolidadas para reformar las estaciones, que ni siquiera ese dinero tiene como objetivo para desamiantar. En absoluto han movido un solo euro para quitar el amianto de Metro.
Van a marchas forzadas sabiendo que al día siguiente puede saltar otra noticia porque la dejación ha sido tanta durante tantos años que no se ha hecho ni un seguimiento ni de lo que llevaba cada tren.
¿Ha habido dejación de funciones de Pedro Rollán, ahora vicepresidente y antes consejero de Transportes, y de Rosalía Gonzalo?Lo que estamos viendo es la concepción de "
ocupo este cargo durante unos meses y me voy a otro cargo". Tienen tantos frentes que no sé si un consejero llega a tal nivel de implicación de conocer que haya amianto en Metro. Lo que está claro es que un responsable político tiene que velar para que lo que está bajo su responsabilidad funcione.
Rosalía Gonzalo está haciendo un esfuerzo para tapar la cara del resto de políticos que han pasado por su cargo, pero la responsabilidad llega de más atrás:
María Dolores de Cospedal, Elvira Rodríguez, Manuel Lamela, Pedro Rollán...
El
vicepresidente estuvo dos años en el cargo y
no habló del amianto, y eso que saltó cuando él seguía ahí. Si Rollán no se enteró, debería dimitir por no ser capaz de enterarse de las cosas importantes y, si se enteró y no hizo nada, debería dimitir por negligente.
¿Cuáles son los siguientes pasos de la comisión?Estamos haciendo una secuencia temporal desde 2003, cuando hay un documento oficial que permite demostrar que en ese momento ya había constancia. Sabemos que se conocía desde antes, pero no podemos demostrarlo.
El siguiente paso será dirimir responsabilidades y emitir un informe que apoyará la denuncia que está cursada por parte de
Inspección de Trabajo en la Fiscalía.