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ENTREVISTA A CARLOS LARGO

Carlos Largo, periodista de Cuarto Milenio y autor del libro de misterio 'Al principio de la oscuridad'.
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Carlos Largo, periodista de Cuarto Milenio y autor del libro de misterio 'Al principio de la oscuridad'. (Foto: Javier Bernardo)

Carlos Largo: “Hay mucho que se desconoce del lado oculto de Madrid”

Por Alba Cabañero / Inés López
domingo 22 de abril de 2018, 09:00h
Redactor y reportero de Cuarto Milenio, Carlos Largo (Madrid, 1985) trae a Madridiario su último libro: Al principio de la Oscuridad, un ensayo en el que el misterio se esconde detrás de cada relato y en el que hace un repaso de sus diez años en el programa de Iker Jiménez. En una entrevista amena y entre risas, Largo desvela los momentos en los que más miedo ha pasado, sus anécdotas favoritas y numerosas historias que tienen lugar en Madrid.

Al pensar en un relato de terror, viene a la mente un escenario lúgubre, oscuro, abandonado y una historia que trascurre en mitad de la noche, pero Carlos Largo advierte: “El misterio te puede sorprender en cualquier momento y cuando menos te lo esperas”.

A plena luz del día, con la Gran Vía bajo los pies y sin ningún elemento discordante alrededor, el periodista consigue con sus anécdotas crear una atmósfera de misterio que eriza los pelos e invita a plantearse qué hay más allá.

Con su primer libro recién sacado del horno, Al principio de la Oscuridad, Largo se acerca a la redacción de Madridiario para relatar todas las anécdotas y vivencias que le han llevado a ponerse manos a la obra y escribir este ensayo de 348 páginas.

¿De dónde viene tu pasión por el misterio?

Fue pura casualidad. En 2006 logré entrar por primera vez en la Cadena SER a través de prácticas y en agosto de 2007 pensaba que ahí terminaba mi aventura, pero no. Tuve la suerte de que me ofrecieran estar en Milenio 3 y ahí empieza la relación entre el misterio y yo. Reconozco que no estaba nada interesado en estos temas anteriormente, pero el misterio me encontró. A raíz de los viajes que realizas y de conocer a muchísima gente, te enganchas.

¿Se podría decir que eres “creyente”?

Ahora mismo estoy en la mitad. Mis inicios eran en el extremo opuesto: el escepticismo total. También por desconocimiento, yo creo. En el año 2012 hicimos un reportaje que nunca se emitió en Cuarto Milenio por el que hay un pacto de silencio por todo lo que se vivió allí. A raíz de ahí empieza el cambio.

Fenómenos paranormales en una residencia de Madrid

Carlos Largo cuenta la historia de una residencia de mujeres donde a día de hoy siguen viviendo fenómenos extraños: “Apariciones de figuras, mujeres mayores que no saben muy bien quién son y que desaparecen de repente”, explica el periodista. Las trabajadoras del centro ven sombras e incluso sienten en sus propias carnes cómo esas entes les empujan o les detienen al caminar por los pasillos. “Allí viví una de mis experiencias claves: cuando estábamos en la parte alta del edificio, escuchamos un canturreo, una voz femenina metida en el oído. Miré a Clara Tahoces, compañera, que me miraba extrañada. No hizo falta decirnos nada más, ambos habíamos escuchado lo mismo”.

Escéptico-creyente es la etiqueta que me resume mejor, justo el término medio, porque sigo siendo muy racional, lógico, busco todas las respuestas científicas a cada experiencia, pero claro, cuando te pasan cosas que no puedes explicar es cuando tienes que dejar la puerta abierta a que puedan existir este tipo de sucesos.

¿Qué te llevó a adentrarte en la aventura de escribir Al principio de la Oscuridad?

Tenía la necesidad de hacer un pequeño homenaje a todas esas personas que me han brindado sus historias sin buscar nada a cambio. Este tipo de testigos siempre están muy estigmatizados, sufriendo en sus propias carnes y en silencio el vivir una experiencia de este tipo y se sienten incomprendidos a la vez.

También surgió a través de un propio reportaje que aparece en el libro El Don de Carlos, un viaje que hicimos a Málaga junto a Mado Martínez, y en una conversación de tren, sin más, me hizo la pregunta mágica de si tenía material y si me hacía ilusión escribir un libro y dije “sí”.

¿Por qué Al principio de la Oscuridad y no ‘dentro’ o ‘al final’?

Siempre he tenido claro que el libro se llamaría así porque hay un blog abandonado desde 2012 que se llama Al principio de la Oscuridad y porque siempre he pensado a raíz de ese año que en la oscuridad no todo es negativo ni terrorífico; no tienes porqué pasar miedo, sino todo lo contrario.

Muchos testigos ven un punto positivo y esperanzador más allá de sus vivencias personales. Por supuesto que lo viven como un auténtico infierno en muchas ocasiones, pero para otras no vuelven a ser las mismas personas, sino mejores y aprovechan cada día porque es irrepetible. Creo que de todo se aprende y depende de cada individuo, pero sobre todo eso, demostrar que hay mucha luz al principio de la oscuridad.

¿Qué vamos a encontrar dentro de este libro?

"Todo son historias que ya se han emitido"

Vamos a encontrar historias de casas encantadas; hospitales donde los trabajadores dicen vivir experiencias que no tienen explicación; orfanatos abandonados; historias personales de las típicas apariciones en la carretera; otras que hablan sobre el límite de la muerte; qué existe más allá cuando nos vamos de este mundo; y también si los seres humanos tenemos capacidades para desarrollar habilidades que puede generar este tipo de sucesos: los famosos poltergeist. Muchas aventuras.

¿Cuánto tiempo te llevó recopilar todas estas historias y plasmarlas?

Lo más complicado ha sido el proceso de selección de historias. Han sido muchos viajes en estos diez años y desde el principio la editorial me puso un límite de palabras. Ha sido un proceso de casi un año de trabajo, revisionar los reportajes, de hacer anotaciones, de volver a recuperar los recortes de prensa…

La casa de las sombras

En un domicilio particular de un barrio al norte de la capital, dos parejas huyeron de una sombra que habitaba la vivienda. Tal y como relata Largo "las dos parejas fueron atormentadas por la misma figura, que bajaba desde el techo". Un hombre con sólo medio cuerpo, que aparecía en el techo y terminaba en el lateral de la cama o incluso encima de los inquilinos, caras de ancianos en pesadillas... Estas son algunas de las situaciones a las que las dos parejas se tuvieron que enfrentar.

También hay historias del año 2009, 2010, que no había vuelto a tocar y me he encontrado sorpresas. El lector va a poder ver una vez haya leído el capítulo qué ha sido, por ejemplo, de un niño que en el año 2012 conocí. Tuvimos una conversación en torno a una figura que le amenazaba, el típico ensotanado: un hombre alto con sombrero, con vestido y zapatos negros que se aparecía al lado de su cama y le amenazaba con profecías. Seis años después he podido hablar de nuevo con él y me ha contado cómo está, cómo se encuentra, si sigue teniendo o no ese supuesto don para ver espíritus y ahí está lo interesante del trabajo.

¿Son sacadas de Cuarto Milenio?

Este libro es el archivo personal del equipo de Cuarto Milenio. Todo son historias que ya se han emitido y en el libro hay links a la página de Mitele para que todo el mundo, si quiere, pueda poner cara a los protagonistas. He querido hacer un libro muy interactivo. El lector va a conocer ese otro punto de vista más personal de los testigos que puede que se haya quedado atrás en el reportaje de televisión; es la parte inédita del libro.

¿Has pasado miedo investigando y escribiendo?

La respuesta es muy clara: sí. En el libro se recogen pequeños sustos, anécdotas que me han llevado a esa postura de dejar una puerta abierta que a este tipo de casos ocurran.

En el capítulo del Enigma Xifré, que es un palacete en Barcelona, muchos funcionarios han visto la figura de un hombre con ropaje antiguo y allí precisamente conocimos a Carlos, técnico de mantenimiento, que le llegó a ver muy de cerca. El pobre hombre se pegó el susto de su vida y no se nos ocurre otra cosa que dejarle aislado en el búnker durante 40 minutos, todo controlado por expertos, eso sí.

Allí fue uno de mis primeros sustos y realmente me produjo miedo. Escuché durante dos ocasiones pasos alrededor de una puerta metálica pesada, casi hermética, de alguien pequeño. Abrí la puerta, no vi nada, pregunté al testigo, que dijo que estaba tranquilo y controlado, y al pasar los 40 minutos nos acercamos a él y de repente empieza a llorar y confiesa que durante varios momentos había sentido a su lado que alguien pequeño estaba caminando. Llegamos a la conclusión de que los dos habíamos vivido algo extraño y ahí se quedó la anécdota.

¿Cuál ha sido el peor momento que has vivido?

El suceso más gordo que he vivido fue precisamente ese caso no emitido. Iba a haber una pequeña parte al final del libro y decidimos entre Iker (Jiménez) y yo que no era el momento. Con los años ves con perspectiva que lo que allí sucedió puede ser el guion de una película de terror absoluto. Cuando podamos, se hará público.

"Lo que allí sucedió puede ser el guion de una película de terror absoluto"

Otro de los momentos clave, no por miedo, sino por respeto, fue en el Bosque de los Suicidas, el Aokigahara, en Japón. Lo que nosotros quisimos hacer era un proceso de documentación sobre qué podría influir para que este lugar fuera elegido por los japoneses para suicidarse, si existía mucha más leyenda que realidad y experimentar en nuestras propias carnes esa desorientación que allí se vive.

Llegamos allí, nos avisaron de que no abandonáramos el camino principal, algo que pensamos que era una chorrada, y la primera noche, Javier Pérez Campos y yo cometimos el error de adentrarnos en el bosque para hacer un aislamiento. Nos costó llegar a la carretera principal donde nos esperaban el cámara y un periodista traductor porque te desorientas, y más de noche.

Pero lo que más respeto me produjo de toda la investigación fue cuando nos avisaron los guardas forestales de que habían encontrado un cadáver. Ahí surgió la duda de si eres periodista y has de ir a por la noticia o respetar ese momento íntimo. Hicimos un mix: seguimos a la policía y tomamos imágenes de cómo la policía llevaba el cadáver en la camilla.

¿Cuál es tu episodio favorito?

El de Jaime, el niño de Canarias que en el año 2012 descubrió una figura ensotanada en su dormitorio. Le tengo mucho cariño a ese capítulo porque me resultó muy difícil sacarle las palabras. Tenía ocho años y estaba muy asustado.

Una extraña criatura en el Monte Abantos

Varias personas aseguran haber visto a una criatura extraña en la zona del Monte Abantos, en El Escorial. "Realizamos una investigación a raíz de una pareja que iba a ver el paisaje, la luna... y que se cruzó con una figura mitad humana, mitad bestia, casi como un fauno, que salta de un lado a otro de la carretera", narra Largo, quien añade que la pareja no quiso volver con ellos. "Encontramos una huella en el punto que ellos nos señalaron, la pasamos a especialistas y no encontraron ninguna conexión con los animales de la zona", concluye el periodista.

Se me ocurrió que en una pizarra dibujase al hombre que veía y le dije que si me contaba lo que le pasaba le conseguiría lo que quisiera y me pidió el autógrafo de Iker Casillas. Pude cumplir gracias a un familiar y el niño se soltó y expresó lo que tenía en su interior.

Después, con la presentación del libro, volví a hablar con él y me dijo que se acordaba perfectamente de mí y que le ayudó mucho esa conversación. Es la parte buena de mi trabajo. Ahora es un adolescente y ha aprendido a convivir con ese supuesto don de ver gente.

¿Cuál es el criterio para reconocer qué historia es real y cuál es un bulo?

Lo importante es tener un filtro, lo que comienza antes del viaje y de proponer la propia historia. Es un trabajo propio del redactor. Te llega un correo electrónico, investigas, hablas con los testigos, tienes una conversación y ya desarrollas una especie de empatía, incluso de sexto sentido para saber si te están mintiendo o no.

Lo importante y fundamental son las personas que te cuentan las historias, que ves que tienen una vida normal y corriente, no les afecta incluso el vivirlo, pero lo hacen para adentro, con sufrimiento, pero que no les impide hacer su vida cotidiana. Yo creo que ahí está la clave para saber si hay intencionalidad de mentir o no. Estamos expuestos, sobre todo con las nuevas tecnologías.

¿Qué te llevas de esta experiencia que es escribir un libro?

Las ganas de mostrar otro lado de mí, de mi profesión. Nunca había dado el paso a aceptar el reto de escribir y aun así tengo muchísimo que mejorar, pero me gustan los retos. Estoy viendo que la recepción del libro está siendo buena, está escrito de una forma muy llana, sencilla y humilde y quería que se leyera fácil, con capítulos cortos.

Ahora estás ocupado con la presentación de Al principio de la Oscuridad pero, ¿tienes ya algo nuevo en mente?

El niño Pedrín

Se llamaba Pedro Bravo, aunque era conocido como Pedrín, un monaguillo que con sólo ocho años de edad desapareció para que semanas después hallasen el cuerpo sin vida y descuartizado, del pequeño, en el Monte Abantos. Hoy, una cruz recuerda el lugar exacto en el que encontraron el cadáver. Cuentan que su cuerpo había sido mutilado y que sufrió otros horrores. “Es un entorno mágico, los vecinos nos contaron historias de que en la carretera se aparecía un niño”, cuenta Largo.

Ideas hay. Soy un poco cabeza inquieta, pero primero quiero disfrutar de la experiencia del primer libro y seguir presentándolo. Sí que quiero hacer algo diferente, quizá adentrarme en la novela o buscar otra temática que esté unida al misterio por un lado, y por otro a esos temas más luminosos, de esperanza.

Un Madrid de misterio

Según el periodista de Cuarto Milenio, Sevilla es la provincia con más tipo de fenómenos paranormales y donde más pasión existe por el misterio, pero como buen madrileño, Carlos Largo conoce de primera mano los enigmas que se esconden a lo largo de la Comunidad de Madrid.

“Siempre me he preguntado si en Madrid tenemos poco misterio y a lo largo de estos últimos años me estoy dando cuenta de que no. Hay mucho que se desconoce del lado oculto de Madrid, más allá de lo que estamos acostumbrados a ver”, destaca el periodista.

“Me gusta mucho perseguir los misterios ocultos, los que están más en el ámbito del hogar, que no salen tanto a la luz. Hay muchos edificios y muchos lugares en los que se podría investigar aquí en la Comunidad de Madrid que, por silencio, todavía no han salido a la luz”, explica.

El Palacio de Linares, El Escorial y su magnetismo en torno al Monte Abantos, la Casa de las Siete Chimeneas o el Caso Vallecas, en el que se inspiró el director Paco Plaza para su película Verónica, son solo algunas de las historias que ponen a Madrid en el punto de mira del misterio. “Hay muchísimas historias que quedan por descubrir”, sentencia Largo.

El caminante de la Sierra

"Es una aparición de carretera en El Molar, al norte de Madrid. Un matrimonio iba con su coche y en la carretera que va a Pedrezuela se encontraron con la figura de un ermitaño con bastón. Le dieron las largas y la figura no desapareció hasta segundos después, no sin antes alzar el brazo y señalarles", cuenta Largo, quién añade que para desvanecerse hace "un gesto de tirarse a la cuneta".

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