Acostumbrados –espero que no aficionados– a un formato “Sálvame” de la política, donde impera la polémica y el improperio sobre los problemas reales de un ciudadano-espectador, es de agradecer que un personaje político de primera línea, como es Ángel Garrido, prefiera hacer por un Madrid que “vaya bien”, desde la prudencia y la discreción, a ganarse el titular. Por eso (se advierte a la audiencia), en esta entrevista realizada por Emilio Díaz, responsable de Comunicación y Relaciones Institucionales de ECM, no ha lugar a memes; se habla en serio de Educación.
Como Presidente del Gobierno, ¿cuál es su valoración de la Educación madrileña? ¿Y de la escuela concertada madrileña?
Muy positiva. Tenemos la mejor educación de España y una de las mejores de la Unión Europea y de la OCDE. Y no lo decimos nosotros, lo avalan los diferentes informes internacionales. Creo que lo realmente importante, de cara a los madrileños, no es la valoración que el Gobierno haga del sistema educativo, sino que propiciemos que dicho sistema esté sujeto a evaluaciones objetivas que nos indiquen si vamos por el buen camino. Evaluaciones como son las pruebas estandarizadas de la LOMCE, o internacionales como PISA, o que instituciones como el British Council puedan evaluar nuestro Programa Bilingüe. Los informes de todas esas pruebas nos dicen que nuestro sistema no sólo presenta unos resultados muy buenos, sino que además es un sistema que garantiza la igualdad de oportunidades. Cuando yo reúno toda la información que nos dan esas evaluaciones, mi conclusión es que tenemos un excelente sistema educativo, aunque mi objetivo es detectar siempre oportunidades para seguir mejorándolo. Y dentro de ese sistema, la escuela concertada es la elegida por un 30% de las familias madrileñas, por lo que es evidente que tiene un peso importante en cualquier valoración que se haga del sistema educativo madrileño. Lo que mi Gobierno va a seguir haciendo es trabajar por tener la mejor educación pública, concertada y privada de España y también para seguir garantizando que las familias puedan elegir el centro que deseen para sus hijos.
¿Qué retos educativos se plantea para este curso que comienza?
Este curso conlleva importantes novedades. En primer lugar, el Plan STEMadrid, con el objetivo de incrementar las vocaciones en carreras de ciencias, matemáticas, ingenierías y tecnología desde la Primaria, entre los alumnos y muy especialmente entre las alumnas. Lo haremos con una red de centros especializados, cambios metodológicos, formación del profesorado y toda una serie de actividades.
Asimismo, vamos a desarrollar el Plan Impulsa, un programa de apoyo a centros que están en entornos socioeconómicos desfavorecidos, dotándoles de mayores recursos humanos y de estrategias de mejora.
Y aunque no entrará en vigor hasta el curso próximo, estamos trabajando en la puesta en práctica de un cheque bachillerato para ayudar a esas familias que, habiendo elegido la enseñanza concertada, a la hora de cursar esa etapa no obligatoria y por tanto no concertada tienen dificultades económicas para continuar en el mismo centro.
En ese sentido, ¿qué se pretende con la financiación que ha anunciado del Bachillerato en los colegios concertados? ¿No se ha planteado extender los conciertos a esta etapa educativa?
La normativa de conciertos es de ámbito estatal y se circunscribe a las etapas obligatorias. Esta medida está destinada a ayudar a las familias con una posición socioeconómica difícil, para que sus hijos puedan proseguir sus estudios en el centro que eligieron, si ese es su deseo. Porque nosotros sí apostamos de verdad por la libertad de elección, que es uno de los pilares fundamentales de nuestra política educativa, junto a la igualdad de oportunidades y la calidad educativa.
Del Pacto Escolar ni hablamos ¿verdad?
Al contrario, yo creo que tenemos que hablar más. El Acuerdo por la Educación Madrileña fue aprobado por mayoría en el Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid en diciembre de 2017, tras un intenso debate con toda la comunidad educativa, y el Gobierno está determinado a llevar a cabo las actuaciones contenidas en él con una inversión acumulada de 855 millones de euros. Creo que ha sido un éxito de esta legislatura, aunque el resto de formaciones políticas hayan preferido tener una visión partidista y no apoyarlo. Desde luego, si el Partido Popular gana las próximas elecciones, el desarrollo de todas las medidas contenidas en ese pacto, que son las acordadas por los agentes de la comunidad educativa, está garantizado.
¿Algún comentario sobre los anuncios del Ministerio de Educación y sobre la ministra Celaá?
No sé muy bien a qué anuncios se refiere, porque lo único que nos consta por parte del Ministerio hasta ahora son globos sonda, de los que luego se desdicen, para al día siguiente volver a la primera casilla. Lo han hecho por ejemplo con los centros de educación especial. Y en relación a la enseñanza concertada, desde luego, me parece muy preocupante que la ministra diga que van a eliminar la “demanda social” del articulado de la futura ley de educación, porque le parece “un eufemismo”. Supongo que se refiere a que es un eufemismo de la libertad de elección, que al Partido Socialista siempre le ha molestado, porque su percepción es que la enseñanza concertada es un mal necesario. Ese es un punto en el que un Gobierno del Partido Popular nunca podrá coincidir. Para nosotros, la libertad de elección, reconocida en la Constitución Española, no es negociable.
Desde su punto de vista, ¿Puede entenderse la calidad educativa sin equidad? Y ¿sin libertad?
En absoluto. Calidad educativa significa que cada alumno pueda desarrollar al máximo su potencial, con independencia del poder adquisitivo de su familia, de si tiene o no necesidades especiales de aprendizaje… Y sobre todo, tengo la convicción de que no hay mejor política para fomentar la igualdad de oportunidades que la educación. La ministra Celaá dijo hace poco que “la escuela sigue funcionando como un reproductor de las desigualdades sociales”. Me parece terrible que la titular de Educación tenga una visión tan negativa del sistema educativo de nuestro país. Es una visión que no contribuye a mejorarlo, y desprestigia a su profesorado. Y respecto a la libertad, como he dicho antes, me parece fundamental porque es un derecho, pero además por supuesto que redunda también en la calidad, porque fomenta el que haya diversidad de proyectos, y que los centros aprovechen su autonomía para especializarse, para ofrecer a sus alumnos programas atractivos, lo que a su vez también es un estímulo para el profesorado.
Por último, se habla mucho de FP, ¿volverán los conciertos de los ciclos de Grado Superior?
Algunos han vuelto ya y no cerramos la puerta a ninguna opción. Ahora bien, y a colación de lo importante que es esa libertad de elección de centro, quiero recordar que destinamos 20 millones para becas de Formación Profesional de Grado Superior. Esperamos seguir desarrollando ésta y otras medidas que den prestigio a nuestra Formación Profesional, y muy especialmente a la modalidad dual.