Alumnos a los que, más que enseñar, se les dota de las herramientas necesarias y efectivas para aprender, para indagar en busca de soluciones a problemas reales. Alumnos preparados para la universidad y el mundo laboral, acostumbrados a trabajar en equipo y a explotar sus capacidades. Este es el perfil del alumno del Bachillerato Internacional.
Inteligencias múltiples, estimulación temprana y trabajo colaborativo son las tres bases sobre las que se sustenta el Bachillerato Internacional, una metodología educativa que se aplica desde hace más de una década en algunos colegios de la Comunidad de Madrid y que se basa en un aprendizaje centrado en el alumno y en la traslación de los conocimientos aprendidos en el aula hacia la aplicación real. A través de los programas PEP, PAI y PD, el Bachillerato Internacional cubre toda la etapa escolar de los niños, desde los tres años -incluso antes, en algunos centros-, hasta los 18, en la crucial antesala universitaria.