A falta de que los vecinos de tres barrios voten las últimas propuestas que concurren en los presupuestos participativos de Getafe, la localidad da por recuperada esta fórmula de intervención de la ciudadanía en el diseño de su ciudad, dotada con 3,5 millones de euros.
Pasos de peatones más accesibles, una biblioteca para el centro cívico del barrio, actividades infantiles en la calle o la mejora de los parques de la ciudad son sólo algunas de las iniciativas populares que los getafenses han seleccionado desde mayo en las diversas votaciones que han tenido lugar en la localidad del sur. San Isidro ha sido el último barrio llamado a las urnas hasta el momento y aún faltan tres más (Los Molinos, Buenavista y Sector III) para que se dé por terminado el proceso iniciado en octubre.
La recuperación de los presupuestos participativos era uno de los compromisos electorales del PSOE de Sara Hernández, alcaldesa del municipio. De febrero a marzo, los vecinos pudieron presentar hasta 400 propuestas en materia de inversiones y desarrollo de proyectos socioculturales. Una comisión por cada uno de los once barrios (cerca de 250 voluntarios en total) las ha estado examinando para descartar las que quedaban fuera del ámbito municipal o presentaban problemas de viabilidad técnica hasta llegar a la lista definitiva. Tras asambleas en la que los proponentes han podido defender ante sus conciudadanos las bondades de su iniciativa, los electores han ido seleccionando las tres de mayor interés por orden de preferencia. Las elegidas formarán parte de las cuentas de 2017.
Por ejemplo, una de las propuestas ganadoras contempla la instalación de un cable esquí en el lago del parque de La Alhóndiga. Esta iniciativa también incluye la adecuación del espacio para posibilitar la pesca deportiva o la compra de mobiliario urbano con mesas de ajedrez y sombra artificial. Del mismo modo, los residentes en Centro han respaldado la instalación de murales en sus calles que sensibilicen sobre el Alzhéimer. En Juan de la Cierva, estos fondos se podrán destinar a la rehabilitación de su centro cívico.
También, se han presentado ideas a favor de la celebración de un certamen de tuna, la realización de cursos de memoria o la mejora de instalaciones deportivas en Perales del Río.
Los presupuestos participativos se emplearon por primera vez en 1988 en Porto Alegre, Brasil. Desde entonces, este proceso de democracia directa ha sido exportado a distintas partes del planeta. A Getafe, llegaron en 2007. Sus defensores argumentan que su utilidad radica no sólo en las propuestas que prosperan, sino que gracias a esta herramienta, la administración es capaz de conocer de primera mano el mapa de las principales preocupaciones de sus ciudadanos.