17/10/2017@07:00:00
El debate sobre las bodas en fincas rústicas está más de actualidad que nunca. El PP consiguió la pasada semana paralizar el intento de la izquierda para prohibir la moda de celebrar fiestas en lugares protegidos. Esta semana, la formación quiere sacar adelante su contrapropuesta para, aseguran, clarificar la ambigüedad reinante, todo un problema judicial. La reforma, en realidad, calca unos párrafos del borrador de la Ley del Suelo presentado por el Ejecutivo de Cristina Cifuentes en abril y que está paralizado ante un millar de enmiendas. Este autoplagio es un ejercicio de coherencia para el partido de gobierno y un atajo reprochable para la oposición. Mientras los ecologistas creen que el objetivo último del PP es legalizar la barra libre actual, los hosteleros publican listas negras de fincas "ilegales". El futuro de esta parcela de la vida pública madrileña dependerá, una vez más, de lo que decida Ciudadanos.