La plaga de la mosca negra afecta cada año a ocho municipios del sureste de Madrid. Con la subida de temperaturas se espera que, también este verano, la proliferación del insecto suponga un problema. Municipios y Comunidad no se ponen de acuerdo en quién ostenta la competencia para atajar el problema. La prevención es fundamental para evitar las dolorosas picaduras.
La mosca negra es un insecto que prolifera entre los meses de mayo y octubre. Ataca durante la madrugada y a lo largo de la tarde. La picadura de este insecto puede ser más o menos peligrosa dependiendo de la edad del afectado y de la zona del cuerpo. Además, contiene un anestésico, lo que retrasa la sensación de picor e hinchazón.
Este insecto afecta a todo el ecosistema de aguas fluviales del sureste de Madrid, el río Jarama, el Manzanares y las lagunas colindantes. Los huevos de la mosca negra se encuentran en la vegetación de estos ecosistemas, especialmente en las espigas de agua.
El sureste de Madrid, afectado
Un total de ocho municipios se ven afectados cada año por la mosca negra: Mejorada del Campo, Torrejón de Ardóz, Rivas-Vaciamadrid, Arganda, Velilla de San Antonio, San Fernando, Alcalá de Henares y Coslada.
Para su prevención, el Ayuntamiento de Rivas ha instalado recientemente 10 cajas de murciélagos, que se alimentan de insectos, a lo largo del término municipal. Esta medida, que también han llevado a cabo otros ayuntamientos, como el de Velilla de San Antonio, se encuentra dentro de la campaña de prevención que está desarrollando el Consistorio para prevenir la plaga. Debido a las bajas temperaturas de las últimas semanas, todavía no se ha registrado proliferación del insecto, pero desde la Alcaldía se espera que con la subida del mercurio la plaga vuelva a ser un problema.
Una cuestión de competencias
La mosca negra supone un problema que estos municipios llevan denunciando desde 2011, año en el que solicitaron una reunión con la Conferencia Hidrográfica del Tajo que todavía no se ha celebrado. El control de los ríos y lagunas, donde se encuentra el principal foco del problema, es una competencia compartida de la Conferencia Hidrográfica del Tajo y de la Comunidad de Madrid, que reunió a todos los municipios afectados el pasado 27 de junio y les ofreció varias alternativas para eliminar las larvas de los ríos, con unos costes que deberían de asumir los propios ayuntamientos. Un plan al que los municipios se negaron. "Lo que no puede ser es que la Comunidad no quiera hacerse cargo de sus competencias’’, critica Aida Castillejo, concejala de Salud del Ayuntamiento de Rivas.
Los municipios afectados ofrecieron el pasado martes una rueda de prensa conjunta en San Fernando de Henares para quejarse de la inacción de la Administración. La alcaldesa de San Fernando, Catalina Rodríguez, leyó una carta en la que demandan más inversión a la Comunidad y a la Confederación Hidrográfica del Tajo para evitar la proliferación de los insectos.
Por su parte, desde la Consejería de Medio Ambiente exponen que se van a realizar labores preventivas. En concreto, se va a desbrozar parte de la vegetación de los ríos en las zonas donde se ha detectado mayor presencia de la mosca negra.
Prevención
Mientras, desde la Concejalía de Salud de Rivas han lanzado una serie de consejos para prevenir la dolorosa picadura, como evitar permanecer cerca de los ríos y lagunas durante las horas en las que ataca el insecto. También se recomienda el uso de repelentes de insectos, así como ir tapados si no se puede evitar atravesar la zona.
Si no se consigue evitar la picadura y la hinchazón persiste después de aplicar una pomada adecuada, se recomienda ir en busca de asistencia médica. "Depende mucho de la persona. Con una sencilla pomada se te puede bajar la hinchazón, pero si no, lo mejor es ir al centro médico más cercano’’, aseguran desde la Concejalía.