La Asamblea de Madrid está cerrada por obras. Hasta mediados de septiembre, la sede de Vallecas va a ver cómo se renuevan desde los sistemas de voto de los diputados a la megafonía. Telefónica ejecutará este sabroso contrato tras ganar la puja ofreciendo 1,6 millones de euros, medio menos de lo previsto. Mientras tanto, no podrán celebrarse ni plenos ni comisiones, así que la actividad legislativa entrará en una suerte de hibernación algo más larga de lo acostumbrado desde el fin de las mayorías absolutas.
La Asamblea de Madrid se mudó a su tan solemne como fastuosa sede de Vallecas en octubre de 1998. Desde entonces, se han grabado y retransmitido de forma ininterrumpida todas las sesiones parlamentarias y todos los actos institucionales que se han celebrado en cada una de las salas de este contemporáneo palacete. Desde entonces también, solo se han realizado mejoras puntules en este servicio -"obsoleto", según la Cámara regional-, como la llegada del 'wifi' o la difusión por 'streaming' de estos vídeos.
Estos días, la sede de la soberanía popular echa el cerrojo para remozar, principalmente, todo este circuito. Telefónica ha tirado a la baja medio millón de euros el contrato diseñado por el legislativo -cifrado en 2.100.000- y reformará no solo el audiovisual, también los sistemas de votación, el "antiguo" panel en el que se muestran los resultados, la tribuna de invitados, la climatización, la megafonía, el cableado, el mobiliario o la ilumimación.
Vertidos y relojes
En concreto, la Cámara quiere rediseñar los cajetines de votación porque favorecen la "penetración de líquidos en las unidades, en caso de vertido accidental de agua -incidencia que se repite una sesión tras otra-, forzando la celebración de votaciones a mano alzada de las que no queda reflejo documental". Además, espera acabar con las averías de la microfonía y en los relojes de control de la Presidencia, que "se encuentran en mal estado".
"La Asamblea de Madrid es, si no el único de entre todos los Parlamentos españoles, uno de los pocos legislativos que siguen conservando el sistema analógico y en formato 4:3", añade el pliego de prescripciones técnicas en cuanto a la forma de grabación.
En total, la reforma de la Cámara suma 16 'minicontratos' que deberán estar finiquitados, sí o sí, el día 16 de septiembre.
Esa es la fecha límite que la Asamblea se ha marcado para recuperar su actividad normal, que previsiblemente arrancará curso con el Debate del estado de la Región. Si el contratista no llegara a tiempo, se le podría imponer una sanción del 10 por ciento de lo adjudicado.
Curso más corto
En principio, el calendario fija para el último día de agosto el final de los trabajos y da un plazo para formar al personal y probar las nuevas instalaciones de 16 días más.
En la práctica, esto ha obligado a acortar el curso político algo más de lo habitual, ya que en 2016 y 2015 se prolongó la actividad parlamentaria hasta bien entrado el mes de julio. El reglamento solo contempla celebrar actividades hasta el sexto mes, pero, con el fin de las mayorías absolutas, los partidos acordaron seguir trabajando y no frenar la maquinaria burocrática.
Reformas pendientes
La acción legislativa entra así en estado de hibernación, pese a que el Ejecutivo seguirá reuniéndose en consejos de gobierno durante el mes de julio.
Los parlamentarios, eso sí, podrán seguir acudiendo a sus despachos hasta que les sea materialmente posible y la ventanilla del registro estará abierta unas semanas más. Además, el contrato prevé que la adjudicataria garantice en todo momento una solución por si se tienen que celebrar sesiones extraordinarias de la Diputación Permanente.