Los investigadores han explicado este martes que han hallado posibles restos de Miguel de Cervantes en la cripta de la iglesia del convento de las Trinitarias, según ha avanzado el antropólogo forense Francisco Etxeverría, director del proyecto, en una rueda de prensa celebrada para dar a conocer los resultados de la segunda fase de investigación. Los restos formarían parte de una reducción de cuerpos formada por al menos 15 individuos (10 adultos y 5 niños) que se trasladaron entre 1698 y 1730 cuando se terminó la actual iglesia, entre los que estarían Cervantes y su esposa. Los investigadores consideran que el cotejo genético es casi imposible pues la hermana de Cervantes está enterrada en un osario de Alcalá de Henares.
Fotografías del lugar donde se encontraron los restos Kike Rincón
Restos encontrados en la reducción hallada en la cripta Kike Rincón
Los investigadores explican el estudio sobre los restos de Cervantes Kike Rincón
Almudena García Rubio, Francisco José Marín y Francisco Echeberría Kike Rincón
Restos encontrados en la reducción hallada en la cripta Ayuntamiento de Madrid
La alcaldesa Ana Botella con el equipo de investigadores Ayuntamiento de Madrid
El equipo que ha realizado esta segunda fase de la investigación considera que "es posible considerar que entre los fragmentos de la reducción realizada se encuentren algunos pertenecientes a Miguel de Cervantes a la vista de toda la información generada en el caso del carácter histórico, arqueológico y antropológico". Tal aseveración responde a los estudios realizados por el historiador Francisco José Marín Perellón, quien ha documentado que la iglesia actual se levantó entre 1673 y 1698 no sobre la original sino en un solar colindante, lo que obligó al traslado de los 17 cuerpos que habían sido enterrados desde 1613 a la cripta nueva. Entre ellos estaría el de Miguel de Cervantes (inscrito como fallecido el 23 de abril de 1616) y de su esposa Catalina de Zúñiga (muerta en 1626). El resto de los enterrados que fueron trasladados entre 1698 y 1730, eran cinco hombres, cuatro mujeres y seis niños perfectamente identificados.
Estos 17 cadáveres habrían sido depositados en el tercer nivel de enterramientos (el más profundo y por lo tanto el más antiguo) que se ha encontrado bajo el suelo de la cripta. Dado que la cripta debía dedicarse, por estatutos, al enterramiento de los capellanes y de los patronos, las trinitarias descalzas del convento de San Ildefonso debieron mezclar los huesos de los cadáveres procedentes de la antigua cripta en una reducción de cuerpos y enterrarlos en la esquina sureste, directamente sobre la tierra, lo que ha motivado su estado de descomposición.
La arqueóloga Almudena García-Rubio indicó que en los trabajos realizados en la cripta se hallaron, adermás de una pared de nichos donde estaban enterrados ocho capellanes, cinco de ellos con su lápida, cuatro mujeres y entre 10 y 13 niños. una gran zona de enterramientos bajo el suelo dividida en tres niveles y formada por unos 240 cadáveres. En el sector 6, el situado en la esquina sureste, y marcado con el número 32 de los enterramientos, se halló una reducción de cuerpos formada "por un mínimo de cinco niños y diez adultos, de ellos cuatro pertenecientes claramente a hombres y dos a mujeres, por lo que sería compatible con la documentación histórica".
No obstante, y a pesar del convencimiento de que se habría encontrado la reducción de los cuerpos enterrados en la antigua cripta, entre los que estarían los restos de Miguel de Cervantes (cuyo fallecimiento fue inscrito el 23 de abril de 1616) y su esposa Catalina de Salazar (fallecida en 1626), los investigadores no se han atrevido a afirmar que habían encontrado el cuerpo de Miguel de Cervantes y consideran imposible hacer un cotejo genético que lo demuestre fehacientemente pues su hermana, enterrada en Alcalá de Henares, está en un osario. Etxeberría reconoció que no se habían tomado los perfiles genéticos de los hombres encontrados en la reducción, por lo que no se puede determinar con precisión absoluta el hallazgo. "No podemos hacer una verificación matemática, no tenemos la certeza absoluta. Somos prudentes y estamos ilusionados, convencidos de que entre esos fragmentos tenemos algo de Cervantes", ha apuntado Francisco Etxeberría quien ha recordado que
"también es científico el recorrido hecho. Hay muchas coincidencias y no discrepancia". Por su parte, Marín Perellón defendió la importancia de las pruebas
documentales y los estudios antropológicos y arqueológicas realizadas,
suficientes para considerar el hallazgo de los restos de Cervantes.
Ana Botella expresó su satisfacción por el trabajo realizado y dijo que el Ayuntamiento va a establecer contacto con el Arzobispado y con las trinitarias para ver qué se hace con los retos. El Ayuntamiento lleva invertido en este proyecto 12.000 euros en la primera fase y 102.000 euros en la segunda.