Dicen las estadísticas que Chamberí es uno de los distritos con la población más envejecida y con los edificios más antiguos. Dos características que, a priori, le situarían como uno de los grandes beneficiados del Plan MAD-RE, puesto en marcha por el Ayuntamiento de Madrid para impulsar la conservación, la accesibilidad y la eficiencia energética de las viviendas. Sin embargo, los criterios definidos por el Consistorio hacen que Chamberí sea, precisamente, una de las pocas zonas que se queda fuera de las Áreas Preferentes de Impulso a la Regeneración Urbana (APIRUS) recogidas en el mapa aprobado por la Junta de Gobierno en mayo de 2017.
Puesto en marcha por el Área de Desarrollo Urbano Sostenible, el Plan MAD-RE (Madrid Recupera) busca favorecer la regeneración de la ciudad. Lo hace, según explica el Ayuntamiento de Madrid en su web, con subvenciones directas para obras de accesibilidad, de eficiencia energética y de conservación en edificios de viviendas.
Pero Chamberí, a pesar de ser uno de los distritos más envejecidos, tanto en su demografía como en su parque de viviendas, se queda fuera: es una de las pocas zonas de la almendra central que no es APIRU, es decir, Área Preferente de Impulso a la Regeneración Urbana. Eso significa que sus edificios residenciales no se pueden acoger al Plan MAD-RE.
El origen de la 'contradicción' se encuentra, según Ciudadanos, en los criterios fijados por el Gobierno local para definir el mapa de APIRUS y, por ende, poder optar a las ayudas del Plan MAD-RE: antigüedad de la edificación, valor catastral, edad de la población, nivel de estudios y renta. El partido naranja rechaza que sean "los más ajustados para un programa de este tipo y que todos ponderen igual". En palabras de la concejala Silvia Saavedra a Madridiario, Cs pide "criterios objetivos y que guarden relación con el objeto" de la convocatoria.
Ahora Madrid apoya la proposición de Ciudadanos en Chamberí
Por eso el partido naranja ha propuesto cambios: por un lado, que se incremente la ponderación de los indicadores asociados a la antigüedad de las fincas y al envejecimiento de la población para la identificación de las APIRUS; por otro, que también se tenga en cuenta el porcentaje de personas dependientes y con diversidad funcional.
Son los tres ejes sobre los que pivota una proposición elevada al último Pleno de Chamberí por Ciudadanos, que contó con el voto a favor de Ahora Madrid. Si se aplica, cambiará el mapa de las APIRUS. Saavedra defiende que el proyecto "tiene que ser modificado para alcanzar sus objetivos" de rehabilitación en toda la ciudad: "Los criterios del Plan MAD-RE no nos parecen del todo lógicos, pues esas ayudas se tienen que tramitar, no en función de los estudios, sino por la antigüedad del edificio o la movilidad de las personas, por ejemplo".
¿Cambios en una próxima convocatoria?
"Es incomprensible que un distrito como Chamberí se quede fuera de las ayudas a la conservación, accesibilidad y eficiencia energética", añade la edil, que insiste en que "se están rehabilitando en otras zonas edificios que tienen menos necesidad que algunos de Chamberí".
El Plan MAD-RE de 2017 ha sido prorrogado hasta el próximo 21 de octubre para concluir las obras. Los criterios no se pueden cambiar, pero la formación naranja confía en que una próxima convocatoria refleje las modificaciones planteadas para que el programa municipal de rehabilitación de viviendas "sea más justo". Chamberí, con el recuerdo reciente del derrumbe en la calle Santísima Trinidad y un desprendimiento de cornisa en Escosura, señala el camino. "Estamos muy preocupados. El Gobierno tiene que dar respuesta a las necesidades de todos los distritos, también de Chamberí", concluye Saavedra.
Un programa "vivo" y "flexible" con el que el Ayuntamiento quiere "ser práctico"
El Plan MAD-RE nació en 2016 basado en cuatro indicadores: antigüedad de la edificación, valor catastral, edad de la población y nivel de estudios. Al año siguiente se introdujo el nivel de renta. Un cambio que refleja que el proyecto de ayudas a la rehabilitación es "un programa vivo": ese quinto criterio "hizo que apareciesen ocho nuevas APIRUS" en la ciudad de Madrid, explican fuentes del Área de Desarrollo Urbano Sostenible a Madridiario.
Según el Ayuntamiento, la capital tiene hoy 120 Áreas Preferentes de Impulso a la Regeneración Urbana, que agrupan al 43 por ciento de la población.
En 2016, el Ejecutivo local registró 1.475 solicitudes de ayudas del Plan MAD-RE que 'afectaron' a unas 24.000 personas (las ayudas se piden por comunidad de vecinos, no individualmente). Un año después, en 2017, las cifras subieron ligeramente: 1.515 solicitudes de las que se beneficiaron unas 28.000 personas.
A la vista de estos números, y a la espera de posibles cambios en una próxima convocatoria, fuentes municipales destacan "la importancia de que el plan sea flexible para atender todas las solicitudes y que sea posible conceder las ayudas". "Hay que ser prácticos", señalan.
A falta de Plan MAD-RE, Chamberí tiene a su disposición otras ayudas, como el Plan Municipal a la Accesibilidad o el Plan PAREER-Crece para la Eficiencia Energética (Ministerio para la Transición Ecológica). El Ministerio de Fomento también tiene su propio programa.
En las Áreas de Rehabilitación y Regeneración Urbana (ARRU) tampoco entra dicho distrito, donde ha comenzado una 'batalla' que, previsiblemente, se extenderá en las próximas semanas por otros de similares características para hacer de Madrid Recupera un proyecto "más justo", como pide Silvia Saavedra.