Trece municipios de la sierra están en alerta y han plasmado negro sobre blanco su postura ante la nueva estrategia de tratamiento de residuos que debe elaborar el Ejecutivo de Cristina Cifuentes para los próximos siete años. Frente al "retraso" del que a su juicio adolece la región en materia de reciclaje, con un vertedero que se colmatará en dos años y Europa presionando, el Noroeste se niega a que los terrenos que tiene la Mancomunidad en Colmenar Viejo acojan una incineradora y proponen alternativas 'verdes'.
La situación se repite en cada punto cardinal. Si hace unos meses eran algunas voces al Este con Loeches a la cabeza las que mostraban su preocupación por cómo y dónde van a meter los madrileños su basura en los próximos años, ahora el asunto se desplaza más de 90 grados. Trece ayuntamientos de la Sierra han remitido ya a la Comunidad sus alegaciones al borrador del plan de gestión de residuos de 2017 a 2024 que tiene que elaborar el Ejecutivo de Cristina Cifuentes. Entre todos sus 'peros', destaca uno: no quieren ni oir hablar de la instalación de una incineradora. Sin embargo, temen que no les den más alternativa.
Por si las moscas, lo que estos trece gobiernos piden es que la Comunidad apueste por un futuro 'verde'. "Hay tres escenarios posibles: uno, el actual, en el que no se recicla prácticamente y hay que crear tres incineradoras para que funcionen junto a la de Valdemingómez, otro en el que solo harían falta dos porque se reutiliza la mitad de los residuos y uno ideal en el que se supera lo que pide la Unión Europea y no habría que construir ninguna", explica a Madridiario Javier Benayas, concejal de Sostenibilidad de Soto del Real. A su juicio, la Comunidad no ha hecho nada para sortear el primer futurible.

Objetivos en materia de residuos incluidos en la propuesta de modificación de Directivas de residuos prevista en el Paquete de Economía Circular (% en peso) - Documento preliminar para la definición de la Estrategia de Gestión Sostenible de los Residuos de la Comunidad de Madrid 2017-2024
"Reciclaje agresivo" y 'miniplantas'
Él es uno de los impulsores de las alegaciones presentadas al borrador, a las que se han sumado Pedrezuela, Miraflores, Navacerrada, Alpedrete, San Lorenzo del Escorial, Cercedilla, Moralzarzal, Manzanares el Real, El Molar, Boalo-Cerceda-Matalpino, Torrelodones y Bustarviejo. Ninguno de esos consistorios está gobernado por el PP, que ha descolgado a Guadalix, Guadarrama, Los Molinos y Hoyo de Manzanares de la propuesta.
Según los cálculos de Benayas, el vertedero de Colmenar Viejo se colmatará en 2018. Esos terrenos serían los grandes candidatos para acoger cualquier nueva infraestructura de gestión de residuos, aunque el municipio haya salido de la Mancomunidad del Noroeste. "Si no queremos incineradora tenemos que impulsar una política agresiva de reciclaje", añade el edil.
Esa política pasaría por instalar 'miniplantas' por toda la comarca que hagan tratamiento en origen. "Frente a la localización de grandes infraestructuras en tres o cuatro puntos de la comunidad sería mucho más eficiente -para ahorrar costes por ejemplo en transporte- el apostar por la generación de plantas de tratamientos de menores dimensiones (por ejemplo de residuos de poda o materia orgánica) ubicadas en las proximidades de los lugares donde se generan", señalan en su escrito. Esto implica, por ejemplo, que se haga una "separación en origen" y no triar en planta, además de fomentar el compostaje.
Reparto de tareas
Los municipios también sostienen que "no tiene ningún sentido, según se indica en la propuesta, la exigencia a los ayuntamientos de tener plenamente implantada la recogida selectiva de la materia orgánica domiciliaria antes de final de 2019, o de los residuos de poda en enero de 2018 si no existen las plantas de tratamiento en las Mancomunidades que puedan tratar este residuo de forma separada, instalaciones cuya inversión no puede hacerse a cargo de la cuota de basura que pagan los vecinos".
Cabe recordar que, en la actualidad, la gestión de la recogida de residuos es competencia municipal mientras que el tratamiento lo asumen las Mancomunidades, que, al menos en el caso del Noroeste, "se crearon sin las instalaciones necesarias para un tratamiento apropiado de los residuos y con unas tasas de llegada a vertedero por encima del 50 por ciento".
Por el momento, los municipios confían en que sus puntualizaciones al documento preliminar hagan mella y se noten en la propuesta definitiva de la Comunidad, que de nuevo deberá ser sometida a escrutinio antes de su aprobación.
Oposición en Colmenar
La situación de Colmenar Viejo es paradójica: soporta el peso del vertedero del Norte pero no pertenece por voluntad propia a la Mancomunidad, así que no puede decidir sobre su futuro. El Gobierno del PP (en pleno 'impasse' tras la dimisión del alcalde), con el apoyo de la oposición, ha pedido este mes que se selle la planta que llevan "soportando" desde hace tres décadas y, por supuesto, se niegan a que le suceda una incineradora.
Pese a los vaivenes políticos, la postura parece garantizada en el municipio. Ganemos Colmenar, a través de su portavoz y alcaldable Mariano Martín García, quiere un modelo que "ponga en valor los residuos". También, en declaraciones a Madridiario, quiere negociar la incorporación del municipio al ente mancomunado para que, por ejemplo, no pague más que el resto por verter en su propio término.
Gestión "desastrosa"
Partidos como Equo también han planteado ya sus sugerencias. Los ecologistas creen que la actual gestión de los residuos en la Comunidad es “desastrosa, ya que el índice de recuperación y reciclaje de los mismos, apenas alcanza el 30 por ciento".
En esta línea, piden que se descarte de la estrategia de residuos "toda posibilidad de construcción de nuevas incineradoras, por ser infraestructuras muy caras, perjudiciales para el medio ambiente y la salud", según Cloti Cuéllar, coportavoz y concejala en Arganda del Rey.