La desconfianza ganaba la partida el martes a primera hora, cuando se ejecutaba el desalojo del 'asentamiento itinerante' de Tetuán. Los vecinos se temían lo peor y el paso de las horas les ha dado la razón: su 'pesadilla' no ha acabado. Más bien al contrario: los habitantes siguen en la zona y la sensación de inseguridad ha aumentado en las últimas horas. La Policía Nacional acudió la noche de este miércoles a la nueva ubicación.