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Madrid limita a un año y medio la probable estancia de los residuos del Este en Valdemingómez

Por Javier López Macías
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jlopezmadridiarioes/6/6/18
domingo 03 de noviembre de 2019, 09:04h

Es todavía una incógnita si las 220.000 toneladas anuales de residuos de la treintena de municipios que forman la Mancomunidad del Este se vertirán en Valdemingómez a partir de las próximas semanas, cuando cierre definitivamente la planta de tratamiento de Alcalá, ya colmatada. La Comunidad de Madrid, que tuvo las competencias de los residuos hasta que Esperanza Aguirre decidió cederlas, es propicia a que eso ocurra, al igual que el Área de Medio Ambiente y Movilidad del Consistorio. No obstante, ni el alcalde José Luis Martínez-Almeida ni el delegado Borja Carabante quieren tomar solos una decisión de tal calado.

Por eso, ha ganado aún más relevancia la votación del pasado miércoles en la que el Pleno rechazó que Valdemingómez acoja otros residuos que no sean los de la ciudad de Madrid para que no se convierta en el "vertedero regional", como lo definió la vicealcaldesa Begoña Villacís, que aunó fuerzas con la oposición y dejó solo al PP, que decidió abstenerse.

Es más, fuentes del departamento de Carabante admiten que es el "único hándicap", pues avanzan que el Ayuntamiento de Alcalá ha aceptado todas las condiciones impuestas por Madrid. Entre ellas, algunas desconocidas hasta ahora, como que la Administración dirigida por Almeida ha pedido que, en caso de llegar la basura, se hiciese durante un máximo de un año -prorrogable seis meses más- hasta que la planta de tratamiento de Loeches, que dará servicio a la Mancomunidad, esté operativa.

Los otros requisitos versan sobre la obligatoriedad de que los residuos vengan fraccionados y que, además, sean llevados a la nueva planta una vez entre en funcionamiento para no quedarse en Valdemingómez. Amén de que se pague una tasa de 30,2 euros por tonelada.

Otras alternativas, aspecto a tener en cuenta

Además del rechazo del Pleno, hay otra arista que puede decantar la balanza hacia un lado o hacia otro: las demás alternativas. Las fuentes consultadas explican que Almeida va a tener en cuenta que el Este de la región tenga otras opciones para llevar su basura. El problema está en que la Mancomunidad del Este las rechazó todas para centrarse en Valdemingómez. Es más, no llegó ni a decir cuáles eran.

Así pues, esta taxativa negación del ente presidido por el alcalde socialista de Alcalá, Javier Rodríguez Palacios, sumado al rechazo de la oposición, de medio Gobierno madrileño (Ciudadanos) y de los vecinos, puede provocar que la basura no tenga dónde ir y se dé una situación de emergencia sanitaria en la que la Comunidad debería actuar decretando la alerta sanitaria, una figura con la que podría obligar a Madrid a acoger en Valdemingómez esas toneladas. "Preferimos negociar a que nos lo impongan y no recibamos nada", reflexionan otras fuentes de Alcaldía consultadas.

Eso sí, de momento la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio lo descarta y devuelve la pelota al tejado de la Mancomunidad. "Es algo que no contemplamos; jurídicamente confiamos en que la Mancomunidad no va a hacer dejadez de funciones porque estaríamos hablando de palabras mayores", explican desde el departamento regional a Madridiario.

Rivas, amenazada

El otro frente que puede abrir este conflicto es el de las basuras de los municipios de Arganda del Rey y Rivas-Vaciamadrid. Ciudadanos puso en un brete al PSOE y a Más Madrid, que gobiernan en sendas localidades, al 'obligarles' a posicionarse sobre si esos municipios también deberían dejar de verter en Valdemingómez -al final aceptaron-. Un extremo que luego Almeida convirtió en amenaza: "Tendremos que aclarar si Madrid es Madrid o también su corona metropolitana", explicó, para después asegurar que no se puede ser solidario solo con ayuntamientos "de la misma cuerda ideológica".

Así pues, todo indica que, independientemente de que el Este vierta o no en Vallecas, ambos territorios, que además adeudan al Consistorio capitalino una cantidad millonaria, deberán dejar de hacerlo más pronto que tarde. El problema es cuando se produjo la primera ruptura entre Rivas y Madrid allá por 2012, el municipio del sur llevó sus vertidos a Alcalá, algo que ya será imposible. Todo parece indicar, pues, que deberán llevarlos a Loeches cuando comience a funcionar.

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