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¿Cómo damos nuestro último adiós los madrileños?
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(Foto: Kike Rincón)

¿Cómo damos nuestro último adiós los madrileños?

Por MDO
miércoles 01 de noviembre de 2017, 09:00h
Con motivo del Día de Todos los Santos, nos acordamos incluso más que otros días de nuestros seres queridos que fallecieron. Las tradiciones en la Comunidad han cambiado considerablemente, desde la forma en la que morimos hasta en la que velamos a nuestros difuntos.

Rezaba Antonio Machado: La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos”. La muerte forma parte de la vida y numerosas son las formas que existen hoy en día para que las familias se despidan de sus seres queridos.

En Madrid se producen unas 20.000 muertes al año, además de otros 4.000 fallecidos que llegan de fuera y aquellos difuntos que, a pesar de vivir en Madrid, decidieron ser enterrados fuera de la Comunidad. Las maneras de decir adiós a aquellos que se han ido han cambiado mucho a lo largo del tiempo, desde la manera en la que fallecemos hasta el modo en el que se celebran los funerales.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el 20’4 por ciento de los fallecidos en la Comunidad de Madrid se sitúa entre los 85 y 89 años de edad. La esperanza de vida cada vez es más alta, con una media de 84 años –81 años para hombres y 86 para mujeres–.

Acerca de las causas de muerte, los madrileños fallecen principalmente por tumores (27’2 por ciento), los cuales afectan más a hombres que a mujeres, mientras que ellas son más propensas a sufrir trastornos mentales orgánicos, seniles y preseniles como el alzheimer. Mientras que la gente joven fallece de causas externas como accidentes, la principal causa de defunción entre los más mayores radica en problemas del sistema circulatorio.

Incremento de las incineraciones

Hoy en día, la mayor parte de los difuntos son incinerados. Ya sea por voluntad del fallecido o por decisión de su familia, las inhumaciones han descendido considerablemente en contraposición a las incineraciones. Tan solo en el cementerio de La Almudena en Madrid, se producen más de 6.000 incineraciones, un 55 por ciento frente al 45 por ciento de los entierros tradicionales.

El precio también influye mucho en los entierros. Muchas familias se decantan por la incineración por ser menos costosa que una inhumación. También varían los números entre la elección de nicho o sepultura bajo tierra, al igual que los diferentes modelos de lápidas, ataúdes y urnas para cenizas.

Para poder brindar un entierro a todos los difuntos, el Ayuntamiento de Madrid ofrece un servicio gratuito de incineración o inhumación para las familias que no pueden permitirse pagar las costas de un entierro. Para ello, deberán demostrar que no cuentan con los ingresos suficientes para sufragar los gastos mostrando la declaración de la renta. En este caso, los cuerpos no serán velados ni expuestos.

Cambio en las tradiciones…

En antaño, cuando una persona fallecía, el velatorio se realizaba casi siempre en la casa del difunto, quedando abierta para que todo el que quisiera presentar sus condolencias a la familia pudiese acercarse. También, el velatorio se extendía a la noche.

Hoy en día, pocos son los lugares en los que esta tradición se mantiene. En Madrid, apenas se vela ya por la noche y menos aún en las casas. El duelo pasa a realizarse en el tanatorio. Muchas de estas instalaciones permiten a las familias velar a sus difuntos de noche, pero la mayoría se va a casa. Las familias pasan de media unas 18 horas en la sala y, cuando cae la noche, el 80 por ciento se va a casa –en el caso del Tanatorio de la M-30; mientras, en el Tanatorio Sur, es un 60 por ciento–.

También cambia la manera de vivir el luto. Tradicionalmente, se vestía de negro y, durante varios meses e incluso años, aquellos que estaban en periodo de duelo no podían asistir a eventos o festejos o realizar algo que es tan normal ahora como ir al cine o ver la televisión.

Ahora eso sería impensable, sobre todo en gente joven. Se ha producido una apertura en estas cuestiones y también en la expresión de los sentimientos a la hora de realizar el duelo, el cual cada persona elige cuándo comenzarlo y cuándo acabarlo y no es establecido por la sociedad como antes.

…y apertura a la multiculturalidad

La Comunidad de Madrid es un territorio acogedor en el que conviven multitud de culturas y religiones, y cada una tiene su manera de enterrar y velar a sus difuntos. A pesar de que la gran mayoría de entierros son católicos o laicos, Madrid está preparada para celebrar entierros de otras culturas y religiones.

En Griñón se encuentra el primer cementerio musulmán de la Comunidad, en el que se respetan los pasos a seguir y la manera de sepultar a los difuntos según dicta el Islam. Mientras, en la capital, los judíos tienen su Beit Hajaim al lado del cementerio de La Almudena. Además, existen numerosas funerarias especializadas que se encargan de que los familiares puedan dar el último adiós a sus seres queridos tal y como dicta su cultura y religión.

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