Todos aquellos que conforman el sector educativo, sea cual sea la autonomía a la que pertenezcan, culminan este viernes una semana “de locos”. Como cada año, las jornadas previas al comienzo del curso se antojan laboriosas para centros, profesores y padres, quienes trabajan por la puesta a punto de los horarios, aulas, materiales y temarios, sin embargo este año se cuenta con un añadido invisible pero muy pesado: la Covid-19.
Después de un final abrupto del curso 2019/2020, el comienzo del curso 2020/2021 no parece que vaya a ser diferente. Este viernes, a menos de una semana del inicio oficial de las clases, la ministra de Educación y FP, Isabel Celaá, junto con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y la ministra de Política Territorial, Carolina Daria, se han reunido con todos los consejeros autonómicos del ramo educativo para ultimas los detalles para la vuelta a los coles españoles.
El encuentro, enmarcado en sexta Conferencia Sectorial convocada por el Ministerio de Educación, ha dado como resultado un acuerdo apoyado de manera unilateral por todas las comunidades autónomas salvo el País Vasco, que recoge 23 medidas y cinco recomendaciones enfocadas al desarrollo seguro del curso. El objetivo, además de salvaguardar la salud de todos los alumnos, docentes y demás personal, está claro para el Gobierno: "Conseguir el mayor grado de presencialidad posible en las etapas de Infantil, Primaria y la mayor parte de Secundaria", explicaba la ministra Celaá.

"Buscamos la presencialidad de todos los alumnos y alumnas de todos los niveles y grupos", señalaba Celaá en la rueda de prensa posterior a la celebración de la sexta Conferencia Sectorial de Educación. Posteriormente, señalaba otra serie de premisas básicas de lo acordado, como el mantenimiento de la distancia interpersonal de 1.5 metros entre alumnos y profesores; el uso de la mascarilla obligatorio a partir de los 6 años de edad; la higiene de manos como mínimo cinco veces al día; realizar una ventilación de las aulas frecuente o constante; o la toma de temperatura antes del inicio de las clases, entre otras cuestiones.
Para el consejero de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, presente en dicha reunión, su voto favorable responde a que es "un documento razonable" y "de mínimos", aunque matiza que "se debía de haber debatido hace unas semanas" ante la preocupación general ante la inminencia del inicio del curso. De hecho, Ossorio recuerda que la Comunidad de Madrid presentó el pasado martes su estrategia para el inicio de curso, un ideario "basado en el escenario II de las instrucciones de inicio de curso del pasado día 9 de julio", que se enviaron a los centros escolares.
"Vemos con satisfacción que en el documento estatal se incorporan muchas de las propuestas que teníamos en nuestro plan, pero vemos que nuestro plan era más ambicioso. Nosotros queríamos la máxima seguridad, la máxima presencialidad y la máxima calidad de la educación, y por eso hemos previstos cosas que no aparecen en el documento estatal", destacaba, haciendo mención a que, a diferencia del documento estatal, la estrategia regional incluye, por ejemplo, 100.000 pruebas a los docentes y al personal de administración y servicio, un estudio serológico para conocer la situación de la educación de madrileña al inicio del curso y pruebas periódicas para el personal de riesgo y para los niños que tengan patologías.
“Hay que empezar a remar”
En cualquier caso, este cierto consenso entre ambas partes es celebrado por el sector educativo madrileño. “Parece que después de todo se rema en un mismo sentido”, dice a Madridiario el Secretario Regional de Escuelas Católicas de Madrid (ECM), José Antonio Poveda. “Estamos frente a un escenario que sabíamos que era el más complicado de todos los planteados de llevar a cabo, lo que va a requerir por parte de todos mucho esfuerzo y trabajo”, señala. Desde su punto de vista, el mensaje que a día de hoy debe primar, una vez se ha puesto sobre la mesa lo diseñado por el Gobierno central y por la Comunidad de Madrid, es que “ahora toca remar y sacar el curso adelante”. Para el de ECM, “estos son los mimbres, hay que centrarse en cómo hacemos el cesto y no empezar a cuestionar si los mimbres no son suficientes o si no nos gusta hacer cestos”.

Poveda incide en que el mayor reto ahora está en “la incorporación efectiva y ágil del personal y recursos que requiera cada centro”. Como explica a este diario, la consejería de Educación ha enviado a cada centro una circular en la que solicitan que se indiquen las necesidades de cada colegio para cumplir con la estrategia planteada por el Gobierno, de manera que este los provea de los necesario. “Ahora hay que tener agilidad para decirle a los centros con qué pueden contar y que vaya todo rodado, que los procedimientos para incorporar a los docentes nuevos sean ágiles y rápidos para que se pueda empezar el curso lo mejor posible”, recalca.
En este sentido, Isabel Galvín, Secretaria Regional de Educación de CCOO en Madrid, señala que este jueves la Consejería de Sanidad ha anunciado a Madridiario que las contrataciones extraordinarias se van a llevar a cabo a partir del día 7 de septiembre, “lo que hace que el día 8 empiecen tanto alumnos como nuevos docentes, algo que no puede darse”. Según comenta, “los nuevos docentes van a llegar sin conocer el centro, el curso al que deben atender, sin hacer las gestiones contractuales... no se puede hacer así”, por lo que instan al Gobierno de la Comunidad de Madrid que, en caso de que no se adelanten dichas contrataciones, “se retrase el inicio del curso escolar”.
Coordinador Covid
Poveda, asimismo, señala la relevancia de contar con personal adecuado para la realización de las labores de la figura del coordinador Covid, el cual será responsable de la gestión de todos los aspectos relacionados con el Covid-19 en los colegios y escuelas y deberá estar en contacto constante con la Dirección General de Salud Pública para la comunicación de positivos en caso de que se den. En este punto, dos voces relevantes en la Comunidad de Madrid hacen énfasis en que este puesto debe ser asumido por personal sanitario.
“El coordinador Covid es muy elemento muy necesario de cara a la vuelta al cole, pero vemos imprescindible que es la figura de un enfermero o enfermera, sería la persona idónea para ello porque es una persona experta en el ámbito sanitario”, comenta Maricamen Morillas, presidenta de la FAPA Francisco Giner de Ríos. Asimismo, enfatiza en que la presencia de este tipo de profesionales en los centros educativos “es fundamental más allá de la pandemia”, y recuerda que es una de las reinvidicaciones que desde hace años se viene haciendo desde la CEAPA, de la cual es también portavoz. “Es imprescindible que un profesional del sector de Enfermería forme parte del equipo fijo de los centros educativos.

Isabel Galvín coincide con Morillas: “El coordinador Covid tiene que ser un sanitario, porque tiene funciones sanitarias. Donde haya una enfermera o un enfermero, está claro que será la persona que ejerza el cargo, pero si no hay tenemos que sentarnos a hablar para solventar esa situación”, comenta. Asimismo, comenta que “los centros están pidiendo un servicio especial, un teléfono especial para ellos, que sea una red sanitaria coordinando Sanidad y centros educativos”
Presencialidad
Por otro lado, desde la FAPA celebran “que se vuelva a recalcar la presencialidad”, pues consideran que es “la única manera de garantizar la igualdad de oportunidades entre todos los alumnos”. La formación presencial “es la única que garantiza que esta sea integral”, un motivo por el que critican que desde la Comunidad de Madrid no hayan “incluido a los alumnos de hasta 4º de la ESO, curso hasta el que es obligatoria la educación”, y hayan mantenido la presencialidad solo hasta el segundo curso de Secundaria.
“Lo de hoy es decepcionante, nosotros habíamos alzado la voz para decir que Celaá tenía que liderar y que eran necesarias las medidas educativas básicas, y no hay ninguna. Falta un acuerdo sobre ratios y sobre profesorado, y creemos que el Ministerio tendría que haber acordado lo relativo a la presencialidad”, indica Isabel Galvín sobre el tema. “Los alumnos de 3º y 4º de la ESO son muy pequeños para estudiar de manera semipresencial”, indica asimismo Isabel Galvín, que además incide en el hecho de que “es al fin y al cabo enseñanza obligatoria, y de nuevo hay que recordar que la presencialidad es la que “garantiza la igualdad entre todos”.
“El colegio, entre otras cosas, es el lugar en el que se igualan las oportunidades y se compensan las necesidades, así como donde los niños aprenden a relacionarse, interactúan y maduran”, dice la CCOO. Tal y como recuerda, “es cierto que las competencias están transferidas a las comunidades autónomas, pero es el Ministerio el que va a financiar las medidas anti-Covid, por lo que me parece necesario que estos fondos los hubiera determinado como finalistas y que hubieran sido unas medidas de las que no se puede descolgar nadie”, sentencia.

Del mismo modo, Galvín muestra “sus dudas” sobre la semipresencialidad planteada en la Comunidad de Madrid en las etapas de FP Básica y educación para adultos: “En el primer caso, habría que hablar con las empresas y con los centros porque obviamente afecta a la formación práctica de los alumnos, en un entorno además donde se suelen cumplir los ratios”, dice. Por la parte que ocupa la educación para adultos, “hay muchos de ellos que se han reenganchado a estudiar después de tiempo, y la semipresencialidad podría empeorar los buenos datos que hasta ahora se han recogido”, dice.
Por su parte, los Colegios SEK señalan sobre este punto que “el aprendizaje es una actividad social que prospera cuando las personas se unen para desarrollarse, explorar, crear preguntas y encontrar respuestas a esas preguntas”, por lo que sostienen que “el mejor lugar para eso es en la escuela, donde podemos desarrollar mejor esas actividades”. Así, consideran “esencial para el bienestar de nuestros estudiantes” la presencialidad, ya que de esta forma “pueden regresar a un entorno de aprendizaje más estructurado y de apoyo, y beneficiarse una vez más de la interacción social, bajo condiciones bien controladas y seguras”.
Por este motivo, y alegando que “los estudiantes también pueden beneficiarse enormemente del apoyo personal e individualizado de los profesionales de nuestros colegios mejor que cuando están en casa”, sostienen que “los estudiantes mayores también se beneficiarían de un entorno de aprendizaje presencial completo, por lo que nos gustaría que se incluyera esa posibilidad”.
Comedor escolar y transporte
Al respeto, desde la FAPA mostrarán su punto de vista este viernes en una reunión a la que han sido convocados por parte del equipo de Enrique Ossorio, “un encuentro que se dará seguramente para recibir explicaciones de lo ya anunciado, ya que con los padres y madres no han contado para realizar la estrategia de vuelta al cole”, lamenta. Asimismo, Morillas señala a este diario que trasladaran su inquietud por la norma que indica que la Consejería podrá autorizar que un centro cambie de forma unilateral su modelo de jornada escolar.

“En una reunión llevada a cabo el 20 de julio, el consejero nos ratificó que este hecho no se iba a permitir, y ahora nos hemos encontrado con esta norma que creemos que no tiene cabida”, indica. “No hay ninguna evidencia científica que respalde que una jornada continua, por ejemplo, vaya a reducir la probabilidad de contagio del virus”, dice la de la FAPA, que además lamenta que esto suponga un problema para muchas familias “que han matriculado a sus hijos en centros con una jornada establecida y acorde a sus necesidades de conciliación o a gustos”, obligando a que si se da la situación “tengan que reorganizarse por completo y de manera imprevista”, dice.
Similar serán las reivindicaciones sobre los servicios de comedor, cuyo modelo la Comunidad de Madrid ha dejado a disposición de los centros: “Hay muchos niños, sobre todo de familias más vulnerables, que solo cuentan con una comida completa al día y que es la que se les da en el centro escolar, por eso se debe asegurar y priorizar que, con todas las medidas de seguridad, se mantengan los comedores escolares”, comenta.
Lo mismo pasa con el transporte escolar: “La Comunidad tiene que poner especial atención en los menores con necesidades especiales que no pueden llevar mascarillas, porque las medidas de seguridad del transporte escolar establece que será necesario llevar mascarilla pero el aforo será del cien por ciento. Se tienen que ampliar las rutas escolares para asegurar más espacios si es necesario, como se ha indicado, pero no se ha explicado”, señala.
Reorganización del espacio
Juan Luis Yagüe, CEO del Grupo de Colegios Casvi, indica a Madridiario que “la mayor complicación que puede la vuelta al cole con estas premisas ahora mismo es lo relativo a los grupos estables”, los cuales deben ser, desde su punto de vista, “una segunda medida o una medida de refuerzo para que no se extiendan los rebrotes, pues lo primero es asegurar la protección individual de todos los menores con mascarillas e higiene, entre otras cosas”, dice. Como indica, “al final los niños tienen hermanos de otras edades, amigos de otras aulas o años...”, algo que cuestiona la efectividad de los grupos estancos y su aislamiento.

Por otro lado, Yagüe comenta que “de lo planteado por la Comunidad de Madrid nos ha sorprendido el cambio que se hace en el escenario II”, específicamente lo relativo a incluir a los alumnos de 1º y 2º de ESO dentro de la presencialidad. “Desde que se presentaron los cuatro escenarios, teníamos organizado y planteado para empezar el curso con esas medidas, por eso ahora nos encontramos con que no hay espacios para hacerlo”, dice. “Independientemente de que se tenga que contratar más personal docente, el problema es que no hay espacio para cumplir con los ratios y los grupos de alumnos presenciales”, dice a este diario. “Está claro que hay que priorizar la presencialidad sobre todo en los más pequeños, pero que no haya espacio ni tiempo para organizarlo es un problema”, sentencia.
Sobre este punto, Maribel Loranca, Secretaria General de Educación de UGT, explica que “echamos en falta una serie de medidas que efectivamente vienen provocadas por las circunstancias sanitarias pero que no tiene que ver con la salud: lo relativo a la organización de los centros y la dotación de servicios, que no dejan de ser la misma piedra en el zapato de siempre”, dice. “Se apuesta por lo presencial, y lo celebramos, pero creemos que debería haber habido un acuerdo conjunto por una bajada de ratios, un mayor número de contratación de personal docente y de apoyo”, ejemplifica sobre lo acordado en la reunión sectorial.
Galvín, reitera que “faltan instrucciones para el inicio de curso: se han planteado muchas cosas pero no se ha concretado nada, y la gente no se fía. Ahora se va a tener que transformar los anuncios en medidas reales deprisa y corriendo, y por ese motivo no hemos desconvocado la huelga de educación, hemos dado margen para ver si se cumplen o no las medidas establecidas”, comenta. Esta, tal y como indica Galvín, “fue convocada con mucha dificultad y pesar”, pero la consideran necesaria para asegurar una vuelta al cole efectiva y segura.