Olor agrio y a tragedia el que recorrió el cuerpo y el alma de los ilusionados espectadores de Las Ventas, que se las prometían felices con la gesta que iba a protagonizar Emilio de Justo frente a seis toros. Una ilusión que aumentó tras una magnífica faena al primero, y, por desgracia único, que mató. Pero los juguetones hados del destino le tenían reservado un gravísimo percance cuando ese bicorne le volteó feamente al tirarse el coletudo con el estoque como un jabato. Todos nos temíamos un cornalón, pero fue peor porque al caer de mala manera sobre el cuello se lesionó y fue llevado en volandas a la enfermería y de allí a la Clínica La Fraternidad, donde se confirmó el pronóstico de muy grave con dos fracturas en la columna vertebral y su recuperación le llevará varios meses. El sobresaliente Álvaro de la Calle, de escasos paseíllo, cumplió con dignidad y torería la papeleta de pechar con cinco toros, uno de ellos, 'Duplicado', de Victoriano del Río, extraordinario y premiado merecidamente con la vuelta al ruedo.