2021 ha comenzado con temperaturas que dejan a cualquiera helado, pero al menos este mes de enero y hasta que dure la temporada -hacia finales de febrero- lo que también está dejando son unas trufas de escándalo. Y si alguien lo sabe bien es María Luisa Banzo, al frente de La Cocina de María Luisa (Jorge Juan, 42. Madrid. Tel. 91 781 01 80. www.lacocinademarialuisa.es), donde la trufa -de Soria, Guadalajara o Morella (Castellón)- ha inundado todo con su inconfundible aroma y ‘adornado’ muchos platos con un intenso y brillante negro.
Como cada invierno, María Luisa rinde homenaje a este manjar de la naturaleza, que casi puede decirse que le gusta más que sus adorados níscalos, y es que esta soriana ha crecido entre trufas. Su aroma le traslada a su infancia y a los comensales, al paraíso, siempre con la premisa de la sencillez para que este hongo no pierda protagonismo y se aprecien a la perfección sus sutiles matices. Estos días se puede comer de principio a fin con Tuber melanosporum.
Empezando por la Sopa de trufa y yema -que como buena sopa que es y siempre le decía su abuela, reconforta el alma y el estómago- o la Rebanada de pan caliente con mantequilla y trufa, que transporta al comensal a Francia; para continuar con un espectacular y original Carpaccio -lascas de este ‘diamante de la cocina’, con sal, aceite y mucho placer-. Otro plato con séquito de incondicionales es el Revuelto y los Huevos de corral con su puntilla y trufa. Por supuesto, los clásicos de la casa tampoco pueden faltar y serán un acierto en la comanda: las Delicias de acelgas y la Manita de cerdo, ambos platos rellenos de carne y con ‘bien de trufa’. Y ahora el bocado dulce, porque en La Cocina de María Luisa hay ‘melanosporum’ hasta en el postre. Estos días la cocinera corona con ella sus maravillosas Frutas gratinadas -fruta fresca de temporada con sabayón-.
Sin duda alguna este festín es una opción más que recomendable para celebrar a Cupido, y es que la trufa siempre enamora y con María Luisa, aún más, porque como puede leerse en su carta: “Degustar un buen plato, correctamente servido, con un buen vino, en un ambiente agradable, es similar a disfrutar de una magnífica obra de arte. Si la compañía es especial, es como rozar el cielo con los dedos”.