Lo anunció José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, hace unas semanas en un desayuno informativo en el que pilló por sorpresa a todos los allí presentes: la Puerta del Sol iba a ser completamente peatonal antes de que finalizase su mandato. Daba así un gran golpe de efecto que puede no ser el único, pues el Ayuntamiento ya estudia hacer lo propio en otras calles de la capital. Tal y como ha avanzado el regidor en la presentación de Madrid 360, su nuevo plan anticontaminación con el que prevé dejar atrás Madrid Central, el Gobierno municipal de PP y Ciudadanos prevé peatonalizar al completo lo que queda de Fuencarral y Hortaleza.
Almeida, que ha puesto énfasis en la importancia del diseño urbano para mejorar la calidad del aire, confirma así algo que el delegado del Área de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, explicó en la Cadena Ser hace dos semanas. Con todo, este proyecto colea desde los tiempos de Alberto Ruiz-Gallardón, quien puso en marcha el eje peatonal que sale a la Gran Vía y que afectaba también al tramo que va desde Hernán Cortés hasta Barceló, que se tuvo que paralizar por la crisis. Además, el alcalde ha vuelto a insistir en que realizarán obras similares en los cascos históricos de otros distritos.
Respecto al proyecto de la Puerta del Sol, lo que se ha fijado inicialmente es que se lleve a cabo en tres tramos: en la calle Alcalá hasta Sevilla -ya había perdido un carril en favor de los ciudadanos-, en la calle Mayor hasta Espateros y en la carrera de San Jerónimo hasta la Plaza de Canalejas. En Sol se producen 6.800 desplazamientos diarios: 1.100 se corresponden con coches y 4.000 con taxis, de los que el 70 por ciento circulan vacíos. El único autobús de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que atraviesa la plaza es el de la línea 3, que se desviará. De la misma forma, se cambiará la cabecera de la 51.
Un nuevo pulmón verde
En la presentación de 'su' Madrid Central, el regidor también ha anunciado la creación de un nuevo pulmón verde para la capital, el Bosque Metropolitano, que se desconoce aún dónde se ubicará. Lo que sí se sabe es que supondrá la creación de 600 hectáreas de corona forestal en las que se plantarán 100.000 árboles nuevos que absorberán 170.000 toneladas de CO2 cuando el bosque alcance la madruez. La primera fase conllevará una inversión de 20 millones de euros hasta 2023. También se construirán ecoductos (puentes verdes) por encima de la R-3 o la A-3.