La A-5 prosigue con su conversión en vía urbana y dentro de poco dará un paso de gigante. A partir de febrero, comenzará a funcionar el radar de tramo instalado en sentido salida entre los puntos kilométricos 4 y 5,750.
Eso sí, el mismo no empezará a multar hasta dos meses después -abril-, tal y como han confirmado fuentes del Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento a Madridiario.
Sobre la velocidad máxima, seguirá siendo de 70 kilómetros por hora hasta que entren en funcionamiento los semáforos que, aunque ya están instalados, todavía no tienen fecha para ponerse en rojo.
Con todo, para que la conversión que busca la disminución del número de coches, de contaminación y de ruido sea total, todavía faltan varias etapas más. Además de los semáforos y el radar, en la primera fase se debe realizar la conexión con la avenida de los Poblados y la mejora de la capacidad de acceso desde la carretera de Boadilla. Tras eso, se prevé que en 2020 se construya un carril Bus-VAO.
Una iniciativa polémica respaldada por el Defensor del Pueblo
Desde la presentación del proyecto, tanto Ahora Madrid como el PSOE han parecido contar con absoluta simbiosis. Eso sí, cuando comenzaron los trámites, en el seno de los socialistas hubo un encendido debate sobre qué postura adoptar, al igual que pasó con Madrid Central.
El culmen se produjo en noviembre. Tras meses presumiendo de la propuesta como propia, el secretario general del PSOE-M, José Manuel Franco, tachó la decisión de instalar semáforos de "personalista y electoralista". Una visión que no compartía el grupo municipal: el concejal Chema Dávila pidió "un alto en el camino" pero defendió la A-5 como vía urbana.
Los que, en cambio, no han presentado dudas han sido tanto PP como Cs. Desde el comienzo se enfurecieron con el proyecto y, además, lo llevaron al Defensor del Pueblo, que no respaldó sus quejas. También los populares han llegado a recoger firmas y no han negado su intención de judicializar la decisión de Ahora Madrid.