TAL DÍA COMO HOY
Muere Julián Gayarre, una estrella en el olimpo de la ópera
Por MDO
miércoles 02 de enero de 2019, 08:49h
Tal día como hoy, fallecía a causa de una afección pulmonar, una de las estrellas mundiales de la ópera, el navarro natural de Roncal, Julián Gayarre. El tenor a lo largo de su trayectoria conquistó escenarios allá donde fue: Londres, Buenos Aires, Austria, Alemania, el Teatro Real de Madrid, Sevilla, Liceo de Barcelona, Nápoles, la Ópera de París. Una carrera exitosa que le valió el apodo senza rivali.
Julián Gayarre nació un 9 de enero en la localidad navarra de Roncal. Pronto abandonaría los estudios para trabajar como pastor y herrero. En sus empleos adoptó la costumbre cantar mientras laboraba, una afición que hizo que un compañero le ofreciera apuntarse al recién creado Orfeón Pamplonés que dirigía Joaquín Maya, quien asombrado por la voz del joven lo admitió como primer tenor.
Tras intentarlo en Madrid gracias a una beca conseguida por su valedor, Hilarión Eslava, y donde ganó el segundo premio de canto en 1862, Gayarre se marchó a Milán a intentar su sueño con una nueva beca. Todavía no sabía que allí, en Italia, sería donde se convirtiría en tan sólo tres meses, en una estrella. A partir de ahí, la carrera de Gayarre despegaría sin freno.
Triunfó en Bolonia, en Roma, en el Teatro de la Ópera de San Petersburgo, Moscú o Viena. Pero su consagración definitiva llegó el 2 de enero de 1876, en La Scala de Milán, donde cantó "La favorita", obra que le colocó como primer tenor del mundo.
Gayarre conquistó los principales coliseos de Europa, Rusia y Argentina. Sus éxitos le valieron el sobrenombre de senza rivali, le Roi du chant pero sobre el escenario es recordad el duelo musical que protagonizó con una de las grandes divas de su tiempo, Adelina Patti y del que la prensa se hizo eco.
Pasado el ecuador de su vida, un diciembre de 1889, en Madrid, a pesar de encontrarse enfermo accedió a cantar "Los pescadores de perlas", salió a escena y cantar una nota aguda se le quebró la voz y sufrió un pequeño desvanecimiento. A partir de entonces, su estado de salud iría agravándose hasta que la madrugada del 2 de enero de 1890 el ilustre tenor moría a causa de una afección bronquial. Al igual que un 2 de enero, Gayarre se consagró como ídolo de la lírica, otra vez y años después, la misma fecha le serviría para cruzar su camino con el de la muerte.