PSOE y Podemos han presentado más de 700 enmiendas a la Lemes, la Ley de Universidad que pretende sacar adelante el Ejecutivo de Cristina Cifuentes antes de que acabe la legislatura. Ante un volumen tal de reclamaciones, el dilema está claro: o largo debate y amenaza de decaimiento o rodillo de centroderecha.
Si la izquierda pudiera, mandaría la Ley del Espacio Madrileño de Educación Superior (Lemes) a septiembre. O más allá. Porque, con más de 700 enmiendas parciales y dos a la totalidad a 17 meses de unas nuevas elecciones, la norma llamada a poner orden en el sistema universitario regional corre el riesgo de morir de aplastamiento.
En las últimas horas del plazo para registrar las aportaciones de los grupos, solo los socialistas del exrector Ángel Gabilondo han llevado ante la ventanilla de la Asamblea de Madrid un taco de 515 enmiendas, lo que, en la práctica supone una revisión completa del texto del PP y desoye la invitación expresa a sumarse a él lanzada en noviembre por la presidenta Cristina Cifuentes.
"Cualquier academia de piso"
"Estamos lejos del modelo que se nos ha propuesto", ha resumido ante la prensa Gabilondo. Para empezar, los socialistas pretenden que se aclare "a qué se llama universidad" porque "no puede serlo cualquier academia de piso". "Si no, todas las entidades y empresas que se ocupan de la educación acabaran poniendo una", ha alertado.
Del mismo modo, ha reclamado garantizar la "autonomía" de estos centros para eliminar los "intentos" por limitarla, incluido lo relativo a su financiación. "Madrid tiene buenas universidades, pero no estoy seguro de que tenga un buen sistema universitario", ha criticado frente a otros modelos como el catalán.
Uno de los bloques más enmendados por su grupo es el de los estudiantes. El partido quiere que se incluya la obligación de que la Comunidad tenga su propio programa de becas y ayudas, basado en la renta, y que contemple becas-salarios. Respecto a las tasas, plantean recuperar las existentes en el curso 2009-2010, así como equiparar las de grado y máster. Al PSOE del también exministro de Educación no le han gustado tampoco las formas y la, a su juicio, falta de la "debida participación y consenso" de la que ha adolecido el tedioso proceso de confección del anteproyecto.
Largas negociaciones
Cabe recordar que la Consejería de Educación empezó a negociar la Lemes al inicio de la Legislatura como uno de sus proyectos estrella. Sin embargo, las largas conversaciones varias veces contestadas por la comunidad universitaria han demorado su advenimiento. A la vuelta de las vacaciones, Cifuentes se marcó el reto personal de aprobar la norma durante este curso legislativo para que entre en vigor el próximo septiembre.
El parlamentario de Podemos, Eduardo Fernández Rubiño, ha celebrado este viernes que esas dilatadas negociaciones hayan servido para "modificar" algunos de "los aspectos más negativos que contenía esta ley" gracias exclusivamente a la "presión" de rectores, profesores y alumnos.
La formación 'morada' ha registrado hoy también sus cerca de dos centenares de correcciones al articulado del Gobierno de la Comunidad. Sus propuestas recogen el "espíritu" del texto alternativo presentado por este grupo como enmienda a la totalidad. "La ley no nos gusta en absoluto: es un proyecto vacío, un refrito de legislaciones que ya están en marcha y que además pone una alfombra roja a las universidades privadas", ha denunciado ante los medios el diputado.
Sistemas 'open data' y paridad
Podemos coincide con los socialistas en que se elabore un sistema de becas propio, ya que su ausencia es "indignante", ha censurado Fernández Rubiño. Así, entre las "innovaciones" que los 'morados' intentarán sacar a flote en el debate parlamentario están igualmente las becas-salario, una bonificación progresiva de las tasas, que haya "un mínimo del 40 por ciento de representación de mujeres" en los órganos de representación o sistemas 'open data' de trasparencia "para conocer en qué se gasta cada euro".
Los populares de la Asamblea, del mismo modo, han registrado 16 propuestas. Entre ellas, se cuentan la obligatoriedad de publicar los resultados de las evaluaciones que se realicen y "criterios más exigentes para la creación de nuevas univeridades privadas", ha replicado en una nota a la bancada 'morada' la diputada Ana Pérez Baos.
Con todo, este volumen de enmiendas aventura una tramitación parlamentaria difícil y condicionada al interés político del momento por acelerarla o dejarla morir a las puertas de la precampaña electoral. Lo que ocurra, en mucho dependerá de la actitud que tome Ciudadanos (Cs) en sus pendulares relaciones con el PP. La izquierda tema que, si toca, funcione de nuevo el rodillo de centroderecha que giró con éxito durante la aprobación de los presupuestos de este año.
Más allá de las apelaciones a la innovación, lo cierto es que los 'naranjas' no blanden la oposición a la Lemes entre sus principales banderas, o, al menos, no la explotan con la misma sonoridad que los socialistas -con un portavoz de acreditada vinculación al mundo universitario- o Podemos -nacido en los pasillos de la Complutense y bien conectado con los movimientos estudiantiles-. El gesto más reciente avanza pocas esperanzas para estas dos formaciones: Cs registró este jueves sus propias enmiendas. Lo hizo sin convocatoria pública. Dicho de otro modo: sin incluir en la agenda comunicativa un momento para colocar una crítica abierta al texto de los populares.