Prevención. Es la palabra clave que ha empleado Inés Sabanés para hablar del renovado protocolo anticontaminación de Madrid, que entraría en vigor "en el primer trimestre de 2018". El objetivo es disponer de "un criterio más preventivo y no tan ajustado a la lectura directa de cada momento".
¿El objetivo? Estar en disposición de anticipar las actuaciones que pueden desencadenar en los distintos escenarios. En esa línea de trabajo, la delegada del Área de Medio Ambiente y Movilidad ha explicado que, según los especialistas, "cuanto antes se anticipen las medidas de un episodio, más efecto tienen".
El origen de ese renovado protocolo se encuentra en la evaluación que se está haciendo del actual. Según ha avanzado Sabanés, los días que se han acumulado con los escenarios 1 o 2 activados (reducción de la velocidad máxima en la M-30 y carreteras de acceso, así como prohibición de aparcar a los no residentes en la zona SER) el tráfico se ha reducido entre un 3 y un 5 por ciento.
Tras reconocer que no es un mal dato, aunque confiaban en que fuera mejor, la concejala ha puesto el acento en la importancia de las medidas estructurales para combatir la contaminación, recogidas en el Plan A de Calidad del Aire, como la entrada en vigor, en junio de 2018, del Área Central Cero Emisiones.