La apertura de los primeros tramos de la M-30 el 11 de noviembre de 1974 fue el comienzo de una gran obra urbanística que a día de hoy es muy diferente de cómo estaba proyectada en los años 70.
El tráfico es una constante más en Madrid. Millones de coches atraviesan la ciudad cada día y este problema se lleva sufriendo desde los años sesenta con el aumento de vehículos que comenzaron a circular por la capital. Para aliviar las congestiones y embotellamientos, se construyó la que Carlos Arias Navarro denominó en su inauguración como "la gran obra urbanística de nuestra generación": la M-30.
La M-30 nació como respuesta a la necesidad de una vía de circunvalación que distribuyera los tráficos de entrada y salida a las principales carreteras nacionales, pero con el paso del tiempo, el proyecto se integró más en la zona urbana, encerrando Madrid en el espacio que hoy se conoce como ‘la almendra central’.
Fue el 11 de noviembre de 1974 cuando el presidente del Gobierno en aquellos momentos, Carlos Arias Navarro, inauguraba en el puente de Segovia los primeros cuatro tramos de la M-30, que recorrían las avenidas de la Paz y Manzanares, abriéndose así al tráfico el Tercer Cinturón de la ciudad y uniéndose la autovía del Noroeste con la del Sureste.
Los cuatro kilómetros de la avenida del Manzanares recorrían el río por ambas márgenes desde el puente de Segovia hasta el cruce del nudo sur, donde se unía a la avenida de la Paz, que avanzaba durante 15 kilómetros hasta la avenida América.
Esta nueva vía con características de autopista no tuvo una calurosa bienvenida por parte de muchos de los vecinos de la zona. Aparte de expropiarse muchos terrenos en los que abundaban las chabolas, más de 600 familias tuvieron que ser indemnizadas tras ser desalojadas de sus hogares. Se produjeron muchos robos de vallas separadoras y atropellos de personas que cruzaban por el asfalto, por lo que acabaron instalándose semáforos.
A pesar de estos inconvenientes, las obras del resto de la vía continuaron tras inaugurarse estos primeros tramos y, tras muchas modificaciones, hoy en día es la arteria principal de la ciudad.