Generación tras generación, este restaurante ha conquistado a madrileños, turistas de medio mundo e incluso figuras literarias. Situado en un lugar tan emblemático como la Plaza Mayor, su cocina conjuga tradición y modernidad con una excelente relación calidad-precio.
Alcanzar un estatus y convertirse en una referencia no es una cuestión efímera ni es fruto de la casualidad. Cuando es el resultado de varias generaciones unidas por el trabajo a favor de la calidad y el buen servicio, generalmente, queda impreso en la memoria colectiva. Los Galayos abrió sus puertas en 1894 como Casa Rojo y tras el esfuerzo de Miguel Grande por continuar el cambio generacional de sus fundadores y atendiendo las demandas de su clientela, se labró un nombre y cedió el relevo a sus hijos, Fernando, Miguel y Alicia, que han conjugado el recetario tradicional con notas más modernas y que participan activamente en la vida hostelera de la capital.
Célebres figuras
Este magnífico restaurante ha sido reconocido con el sello de calidad Madrid Excelente y está situado en un escenario urbano de tanta belleza y relevancia urbanística y cultural como la Plaza Mayor, cuenta con todas las facilidades para acceder en transporte público o dejar el coche en el aparcamiento situado justo debajo. Es frecuentado por aquellos que hacen un alto en la jornada laboral o desean disfrutar de una cita especial, por aquellos que pasean por placer por el Madrid de los Austrias y también por grandes figuras de la sociedad, la política y las letras. El motivo no es otro que la sobresaliente relación calidad-precio de su cocina tradicional con especial protagonismo de la castellana así como la historia que se respira entre sus paredes.
Los Galayos ha sido y es lugar habitual de tertulias, acogiendo incluso, allá por 1936, la última reunión que los integrantes de la Generación del 27 mantuvieron antes de la Guerra Civil. Esta cita pasó a los anales de la historia como homenaje a la publicación de la obra de Luis Cernuda ‘La realidad y el deseo’. Quizás es que las musas frecuentan este espacio y son responsables de su atmósfera artística y bohemia tan especial que, según confesó Arturo Pérez-Reverte, inspiró su obra ‘Las aventuras del Capitán Alatriste’.
Cocina castellana y mucho más
En Los Galayos se pueden degustar platos cuidadosamente elaborados a partir del mejor producto y salpimentados con guiños mediterráneos. Se han convertido en clásicos su premiado Cochinillo con patatas revolconas y el Cocido madrileño en puchero de barro (solo en los almuerzos), imprescindibles que cobran aún mayor protagonismo con las jornadas y rutas anuales a las que nunca faltan. Destacan, además, los Lomos de merluza rellenos de chipirones y setas con su tinta, y sus postres, todos caseros, como las Milhojas de nata y crema con salsa de frambuesa o la Tarta de queso con frutos rojos del bosque. Además, son conocidos sus diferentes homenajes al producto, donde ya han triunfado los tubérculos, las albóndigas, judías o carrilladas…
Su barra y terrazas durante todo el año…
Otra opción, igualmente sabrosa y de gran calidad, es tapear. Una invitación perfecta para quienes buscan la autenticidad de una taberna es reunirse en torno a una de sus barras o en las dos terrazas del exterior, una cubierta en la calle Botoneras y la otra en la privilegiada Plaza Mayor, ambas abiertas los 365 días. La oferta pasa por pinchos y tapas, tanto clásicos como sofisticados, acompañados de cerveza bien tirada y vinos por copas. Son delicias las Puntillitas con huevos de corral y juliana de pimientos fritos, los Espárragos trigueros ligeramente empanados con alioli o los Torreznillos crujientes de cerdo ibérico.
La cocina de este centenario restaurante permanece abierta todo el día para quienes deseen comer a horas intempestivas y la sobremesa está garantizada para aquellos que tienen tiempo y deseen charlar relajadamente mientras toman una buena copa.
Diferentes espacios
Este restaurante cuenta con gran variedad de espacios, que representan el paso del tiempo y de las modas, tanto con aire castizo como de lo más vanguardista trasladando al comensal desde el siglo XIX hasta el XXI. Todos ellos acogen eventos de carácter social y se adecuan a las necesidades de aforo y preferencias del cliente: servicio en mesa, cóctel, catas, etc. Asimismo es posible contratar el catering, que permite degustar su cocina y contar con el equipo necesario para todo tipo de celebraciones. El cliente elige el ambiente y propuesta que más le seduce y el equipo de este restaurante se ocupa de que su elección siempre sea la idónea.
Los Galayos tiene capacidad para casi 200 comensales entre sus reservados: El Refugio (22) y El Altillo (12), y sus salones: Ávila (50); Duque (55); Bodeguilla (40); Imperial (35), además de dos terrazas que permanecen abiertas todo el año y una barra más informal, con un precio medio de 15 €. El del restaurante a la carta es de 40 €. De lunes a viernes a mediodía ofrece un menú por 11’70 €. Abre todo el año ininterrumpidamente de 09:00 a 00:30 horas el bar, y de 12:00 a 00:00 horas el restaurante, excepto Nochebuena. Para enterarse de las últimas novedades y ver cómo avanzan las jornadas, sus redes sociales siempre están en movimiento: http://www.facebook.com/restaurante.losgalayos.