Este martes, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha comenzado con la imagen del día: el asiento vacío de la que hasta este lunes fue portavoz del Grupo Municipal Popular. Poco después de arrancar el Pleno, el sitio de Esperanza Aguirre lo ocupaba el que presumiblemente será su sucesor, Iñigo Henríquez de Luna, portavoz adjunto de la formación, que ejercerá como tal durante el Pleno del mes de abril.
El socialista Ignacio Benito ha calificado a Aguirre como la madre de todas las ranas y la ha acusado de convertir el panorama político del PP en una ciénaga. Ante los abucheos de todos los concejales del Partido Popular, Benito ha aclarado que el PSOE no echará de menos a la señora Aguirre.
La reacción de los populares, que se ha encargado de compartir la edil Isabel Rosell, ha sido la de salir en defensa de la que hasta el lunes fuese su portavoz. Rosell ha dedicado el inicio de su intervención a Aguirre, a la que ha querido recordar con gratitud y reconocimiento por los dos años de dedicación y entrega al Consistorio municipal. La edil, además, ha enfatizado el respeto y la dignidad con la que Aguirre ha abandonado su cargo en el Ayuntamiento capitalino: "Los que hemos podido trabajar a su lado, tenemos un recuerdo imborrable de una persona que interpuso los principios en los que creía, por eso presentó su dimisión". Tras la intervención de Rosell, toda la bancada popular en pie ha dedicado una larga ovación a la exportavoz.
Por su parte, la portavoz del Grupo Municipal Socialista, Purificación Causapié, ha criticado con dureza las palabras de los populares y ha incidido en que ese sentimiento de añoranza por Aguirre no es compartido ni en el Partido Popular de Madrid ni en el Partido Popular a nivel nacional. Causapié ha pedido que, además de la salida de Aguirre, también abandone el Pleno municipal el aguirrismo.
Dimisión de Aguirre