06/07/2016@15:12:42
Es 6 de julio y se acerca el mediodía. Hombres y mujeres de diferentes edades se detienen frente a la puerta de la Iglesia de San Fermín de los Navarros. Van vestidos de blanco y portan un pañuelo rojo al cuello, como manda la tradición. El templo, inaugurado en 1890, está en obras, pero unos pocos andamios no enturbian la ilusión con la que medio millar de personas se juntan para sentirse cerca de Pamplona en el día previo a San Fermín, pese a los 400 kilómetros que separan ambas ciudades.