Hacer el toreo. Casi 'na'. El toreo 'güeno'. El que aúna verdad, calidad y sentimiento. Algo muy difícil y que pocas veces dusfrutamos los aficionados. Pero de vez en cuando, como cantaba Serrat, "la vida te besa en la boca" y acontece el milagro. Como este martes en Las Ventas con un gran Paco Ureña de oficiante, al que, una vez más, sus fallos con la tizona le cerraron la Puerta Grande, aunque sí echó en su esportón una oreja de las de auténtico peso. Con un encierro desigual, en el que destacó el segundo 'Cuba II', de Puerto de San Lorenzo, completaron la terna López Simón y Fandi, que estuvieron voluntariosos.