Los vecinos opinan sobre la transformación de esta zona, que un día Almodóvar eligió como plató
En 1997 el mundo entero conocía a través de los ojos de Pedro Almodóvar el fuerte contraste entre el moderno centro de negocios de Plaza de Castilla y La Ventilla, una barriada marginal de infraviviendas y chabolas que se levantaba al lado. De lo que el cineasta plasmó en su película 'Carne Trémula' apenas queda nada, después de que el Instituto Madrileño de la Vivienda (Ivima) haya llevado a cabo aquí una de las mayores transformaciones urbanísticas de la capital. Han sido necesarios 333 millones de euros y casi 5.000 nuevas casas, con expropiaciones, algún realojo y, sobre todo, mucho entendemiento.