Casi una década después de que estallara la crisis, la Comunidad de Madrid anuncia una estrategia para favorecer el retorno de los más de cien mil emigrados que se han marchado en los últimos años. Sin presupuesto ni medidas concretas, la iniciativa, aún en estado embrionario, apela a los madrileños que se han tenido que ir para que aporten ideas a través de un proceso participativo que mira de reojo al Brexit.