La explosión de contagios en Madrid y en toda España debido a la variante Ómicron está condicionando los planes para esta Navidad. El enorme volumen de casos positivos durante esta semana previa a la primera fecha relevante de las fiestas, la Nochebuena, ha vaciado las estanterías de las farmacias en busca de tests de antígenos, además de provocar cierto colapso en el Servicio Madrileño de Salud y en la Atención Primaria. Tal es la situación que la propia presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha pedido disculpas por el desabastecimiento y ha anunciado la compra de 12 millones de test de antígenos: seis para los madrileños y otros seis para reforzar centros de salud y hospitales.
En este contexto de riesgo pandémico, con una incidencia acumulada disparada y con las cifras de positivos batiendo récords, las reuniones sociales, las comidas, las cenas y, en general, todas las actividades de ocio propias de la Navidad van a ser diferentes otra vez. O al menos eso es lo que recomiendan las autoridades sanitarias.
Según el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias que dirige Fernando Simón y perteneciente al Ministerio de Sanidad, existen una serie de medidas y pautas que toda la sociedad española debe seguir. La primera es la de reducir al máximo posible el número de personas que participen en las reuniones navideñas, siendo el límite 10. Se plantea como alternativa dividir los encuentros en familias numerosas para minimizar los riesgos.

Otra de las recomendaciones, polémica por la dificultad de llevarla a cabo, es practicar una prueba de antígenos antes de las reuniones, sobre todo si en los encuentros hay personas mayores. En estos momentos, el desabastecimiento general de tests en las farmacias de Madrid y de España hace muy difícil cumplir con esta pauta. En cualquier caso, según el escrito elaborado por el departamento que gestiona Simón, “se observa una creciente desmotivación para el cumplimiento de las medidas de prevención” debido a la fatiga de la población por la pandemia.
Ante cualquier síntoma, cancelar reuniones
Cuando una persona desarrolle algún síntoma compatible con la Covid-19, la recomendación oficial es que cancele de forma automática sus encuentros sociales. Para estos casos el siguiente paso debe ser la realización de una prueba diagnóstica. Puede valer primero un antígeno y en caso de dar un resultado positivo, debe volver a comprobarlo con una PCR realizada por los servicios sanitarios públicos o privados, que determinarán sin lugar a dudas si la persona ha sido contagiada.
Ahondando en la dinámica idónea para celebrar las comidas y cenas de Navidad, existen voces como las de Mariano Jesús Porta, neurólogo, investigador y versado en la pandemia, que apuntan a algunas soluciones.
Asegura este experto que en la medida de lo posible la disposición de los almuerzos y cenas podrían celebrarse a modo de cóctel en vez de la tradicional mesa con los comensales sentados. “De esta forma, al estar todo el mundo de pie y pudiendo mantener más distancia que sentados el riesgo disminuye”, explica a este periódico.
"En España seguimos pecando de no ser previsores"
Porta, además, ofrece otras recomendaciones. Por ejemplo, en cuanto a las reuniones en donde haya personas mayores. Asegura que para prevenir contagios, aparte de hacerse un día antes un test de antígenos, es idóneo no compartir espacio con nadie sin mascarilla durante las 24 horas previas. Explica que “las decisiones individuales son fundamentales en el control de los contagios” e insiste aquí en la necesidad de tomar medidas de aislamiento y diagnóstico en cuanto aparezca “el más mínimo síntoma como alguna molestia en la garganta”.
Los villancicos, mejor por la radio
Una recomendación en la que este experto en Medicina e investigador señala tiene que ver con la asignatura de los cánticos navideños o villancicos. “No deberíamos cantar en las reuniones navideñas, parece una tontería pero al cantar expulsamos una enorme cantidad de aire, que es el mejor medio de transmisión del virus”, apunta. En este punto, hay que recordar que la ventilación es fundamental para evitar males mayores y a pesar del frío que pueda hacer, si la situación lo requiere es mejor abrir las ventanas en todo momento del día y de la noche, mientras duren las reuniones.
En general, más allá de las medidas de prevención concretas recién tomadas por el Gobierno central, como es la obligatoriedad del uso de mascarillas en el exterior, tanto las autoridades como los expertos señalan a usar el sentido común.
Aún con todo, existe un aspecto de las recomendaciones elaboradas por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias que sí levanta alguna discrepancia, en este caso, hacia la sociedad española. “Se considera de especial importancia que las medidas sean claras y se planifiquen y comuniquen con un tiempo de antelación suficiente las medidas relacionadas con celebraciones populares”, refleja el documento.
Ante esto, Porta señala una situación: “España es un ejemplo en términos de vacunación a nivel mundial, eso es innegable. Sin embargo, seguimos pecando de no ser previsores y precisamente por esto la sexta ola encabezada por Ómicron está azotando de esta forma al país”.