Las abejas no solo hacen miel. Se convierten en parte indispensable para cuidar de la diversidad de las plantas en el mundo con la polinización. Revolotean entre las flores para recolectar su néctar y transformarlo en un alimento beneficioso para la salud. Y lo que es esencial: gracias a este insecto, un 80 por ciento de los cultivos del planeta consiguen salir adelante.
De todo esto sabe mucho Antonio Simón. Es el gerente de una empresa familiar que impulsa la conservación de las abejas en los espacios naturales de la sierra de Madrid: "Sabemos que mi bisabuelo era apicultor en 1987 y que iba de la Alcarria a Madrid vendiedo miel con las alforjas. Luego mi abuelo innovó en el oficio". Más de un siglo de experiencia corre por las venas de esta saga colmenera que ubica su negocio en el municipio de Cobeña.

Simón también ha dedicado gran parte de su vida al oficio de la apicultura y eso que en un principio no quería: "Cuando me fui de casa a los 18 años dije que no quería saber nada de colmenas. Desde pequeño estaba harto de acompañarle a trabajar con las abejas. Así que no quería tocar ni una colmena en la vida y mira, al final me buscaron las abejas", sonríe recordando esos años. "Trabajando en una sardinera en labores de electricidad se metió un enjambre entre las cajas de tomate. Nadie quería cogerla y al principio yo pasaba. Terminé cogiéndola y la metí en una caja de cartón y la llevé al campo. Cuatro días después apareció otro enjambre y lo cogí. Cuando terminé el trabajo en la conservera tenía 21 colmenas y me las traje para Madrid. A mi padre le hizo tanta ilusión que me regaló otras 25", cuenta el apicultor con la vista puesta en la quinta generación.
"La abeja es el insecto más sostenible del planeta"
Su hijo Daniel y su yerno Rubén son el futuro de este negocio sostenible y ecológico. Sus técnicas no perjudican al medio ambiente, utilizan tratamientos orgánicos y controlan de forma biológica las plagas. Una labor que les ha llevado a conseguir el Premio BBVA a los Mejores Productores Sostenibles.
BBVA, junto con los hermanos Roca, ha reconocido a Miel Antonio Simón con uno de los diez galardones de la segunda edición de estos galardones. La empresa madrileña ha sido seleccionada entre cerca de 200 candidatos de todo el territorio nacional. Con esta iniciativa, en colaboración con El Celler de Can Roca, se busca dar visibilidad a agricultores, ganaderos y productores de alimentos cuya actividad aúna el compromiso con el medioambiente, la apuesta por las medidas de ahorro energético y la alimentación saludable.
Un compromiso que Antonio y su familia mantienen desde los inicios de esta aventura empresarial. Y eso que las dificultades para que un negocio sostenible camine no son pocas. "Recuerdo cuando la varroa afectó a las colmenas. Fuimos los primeros en utilizar remedios ecológicos con productos como el ácido oxálico. Otros productores convencionales que hacen uso de químicos nos decían que se trata de un método poco económico pero no es así. Hay que pensar si quieres mantener vivas las colmenas. Y nosotros, como hizo mi padre, no queremos tóxicos que al final, por poco que afecte al consumo humano, es acumulativo", explica. Así de rotundo se muestra Antonio cuando se habla de tratamientos intensivos.Y aunque es cierto que al negocio ecológico hay que dedicarle muchas horas, "compensa con creces".
"BBVA busca dar visibilidad a los productores sostenibles"
Rubén y Daniel, que antes se dedicaban al sector cárnico, serán los que en un futuro tomarán las riendas del negocio. "Antes no veíamos apenas el sol. Ahora, es diferente. Trabajamos en el campo y nos da el aire. Aunque se trabaja mucho y es muy físico. Por ejemplo, los traslados de las abejas los hacemos por las noches en verano que es cuando están todas dentro de la colmena", detalla Daniel. Junto a Rubén, los dos han conseguido crear un equipo laborioso y ecológico que quiere seguir los pasos de la saga apilcultora.

El negocio, que tiene distribuidas unas 600 colmenas por la sierra de Guadarrama, produce 13 variedades de miel de producción ecológica (roble, brezo, madroño, castaño, multifloral, cantueso, eucalipto, tomillo, romero, espliego, acacia, tilo, azahar), además de polen deshidratado -y fresco- y jalea real. Unos panales que deben estar en zonas de interes ecológico sin elementos contaminantes: "En un radio de tres kilómetros no puede haber ningún cultivo convencional", detallan. Normativas europeas para proteger el entorno natural y los productos sostenibles.
Otros proyectos ecológicos ganadores
Además de esta empresa de Madrid, la entidad financiera ha premiado el aceite de oliva de Aceites García de la Cruz (Toledo) y de Castillo De Canena Olive Juice (Jaén); la pasta de La Espelta y la Sal (Guadalajara); la algarroba de Pedro Pérez Martínez (Valencia); el arroz de Riet Vell (Tarragona); las frutas y verduras de Terracor (Islas Baleares) y de ‘Saifresc’ Hortaval Natur (Valencia); la almendra de Almendrehesa (Almería) y el tomate Lobello de Caparrós Nature (Almería). Por comunidades autónomas, destaca Andalucía, Cataluña y Castilla- La Mancha, que aglutinan el 50 por ciento de los candidatos. En cuanto a los sectores, carnes/huevos; hortalizas y frutas de especies herbáceas; y aceites y grasas lideran el ranking de inscritos.
Los ganadores verán sus productos de temporada incluidos en una de las recetas que El Celler de Can Roca elabora cada mes para el proyecto ‘Gastronomía Sostenible’, proyecto de apoyo y visibilización del pequeño productor que promueve, también, la cocina saludable con ingredientes de calidad y temporada. De esta forma, los productos locales ecológicos y la cocina de los Roca entrarán a formar parte de los hogares españoles. Además, los hermanos Roca conocerán de primera mano los productos seleccionados para las recetas y los ganadores se incorporarán a un plan de difusión de la mano de BBVA y El Celler de Can Roca.
"Una manera de tomar conciencia con las compras a nivel local con una producción sostenible"
"Es una oportunidad estar cerca del primer sector, valorar y conocer la labor que realizan. La agricultura ecológica tiene que ver con compromiso, sostenibilidad y con un futuro mejor para el planeta. Gestos como el de Antonio, trabajar la miel y adaptar una empresa del siglo XIX a una nueva generación, hacen que el producto ofrezca una mirada más verde", relata Josep Roca, sumiller del Celler de Can Roca.
El jurado, formado por miembros de BBVA, El Celler de Can Roca y un representante de la consultora independiente ECODES, ha valorado el carácter innovador de los productos; los beneficios ambientales vinculados a la adopción de medidas de eficiencia energética -como la reducción de las emisiones de CO2-, el consumo de energía, la gestión eficiente del agua o la apuesta por energías renovables-; la repercusión social y económica de su producción, así como las acciones puestas en marcha para la preservación de la biodiversidad. Todos los productos seleccionados cuentan con el certificado ecológico otorgado por el Ministerio de Agricultura del Gobierno de España.
Juan Carlos Hidalgo, director de la Territorial Centro de BBVA de Madrid y Castilla La Mancha, detaca "el reconocimiento de los productores que trabajan de manera artesanal y respetuosa con el entorno. Una manera de tomar conciencia con las compras a nivel local con una producción sostenible". Además, incide en el impulso que supone este reconocimiento que puede ayudar en la repercusión económica de los negocios.