El anuncio de pacto entre Vox y PP para que Isabel Díaz Ayuso apruebe sus primeros Presupuestos en tres años se ha solapado con la escenificación, veremos si definitiva, del divorcio entre ambos partidos en el Ayuntamiento de Madrid. Casualidad temporal o no, la crisis que arrastran desde la creación del Grupo Mixto, recurrida en los tribunales por la ultraderecha, ha derivado en una ruptura plagada de advertencias y reproches. "Que le vaya bonito, con nosotros no cuenten", espetaba Javier Ortega Smith a José Luis Martínez-Almeida después de que este rozara la súplica para que se siente a negociar las cuentas de 2022. Una actitud de "matonismo político", ha afeado el regidor, que responde a un interés "personal" que podría forzar la prórroga del proyecto presupuestario actual.
"Si Vox no se sienta a negociar, y dado las diferencias sustanciales con el resto de grupos, es obvio que nos aboca a una prórroga que pone en serio peligro la gestión del año que viene", ha advertido el primer edil al portavoz de Vox, que ha pasado junto a su atril de comparecencia en ese momento sin inmutarse. Pocos minutos antes se habían enzarzado en el salón de Plenos de Cibeles. Ortega Smith ha afeado al Ejecutivo municipal ser valedor del Grupo 'Comunixto', formado por los ediles escindidos de Más Madrid, y de devolver con ello las políticas de Manuela Carmena al Consistorio. Ha replicado Martínez-Almeida tratando de sacarle los colores a su socio por votar a favor de 25 iniciativas de la izquierda en las últimas sesiones plenarias frente a las 17 del Gobierno. "¿Por qué han venido a este Pleno a votar las medidas de la izquierda?, pinchaba el primer edil.
El líder de Vox en la ciudad matizaba después las "mentiras" del alcalde, justificando que apoyarán siempre "medidas buenas para los madrileños las presente quien las presente". En esa definición enmarcó el dirigente del PP sus Presupuestos, avisando de que si no se sientan a negociar ponen en peligro la construcción de cinco nuevas unidades de Policía, otras tantas del Samur, el derribo del puente de Pedro Bosch o las subvenciones a Cáritas "por la discrepancia de si pasan vehículos o no por la Gran Vía". Y es que ahí, además de en la creación del Grupo Mixto reside el desencuentro entre Vox y el Gobierno: en la perpetuidad de Madrid Central que Vox entiende como un ataque a la "economía y la libertad" de los ciudadanos.
Almeida afea a Ortega Smith su chantaje a la ciudad
José Luis Martínez-Almeida, más vehemente que de costumbre, ha parado los pies a Javier Ortega Smith ante los "insultos e imputaciones de un delito de prevaricación", en la constitución del Mixto, que ha recibido de Vox en los últimos meses. Pese a esto, el alcalde ha aclarado que sigue tendiendo la mano a sus socios de investidura, pasando, eso sí, de la invitación en tarjetón a la "exigencia", de que se sienten a negociar "por todos los madrileños". "No secuestre ni chantajee a esta ciudad, no haga los mismo que el nacionalismo, porque le pagan para que se siente, si me apuran", ha incidido.
El interpelado, por su parte, ha negado que no quieran sentarse a negociar, pero no lo harán bajo sus reglas. "Estudiamos el Presupuesto donde corresponde, en el Grupo Municipal, y debatimos con luz y taquígrafos en las comisiones y en el Pleno, no vamos a puerta cerrada al 'haber qué te doy, a ver qué me das' como ha hecho con el 'Comunixto'", ha apuntado el portavoz de Vox. No ha convencido al alcalde, quien ha cuestionado cómo ha cerrado Rocío Monasterio el acuerdo con Ayuso para los Presupuestos de la Comunidad de Madrid. "Se han sentado con el Gobierno regional en un ejercicio de responsabilidad", ha aseverado.
Vox ya tensó la cuerda el año pasado, poniendo en jaque su respaldo a las cuentas de Almeida, por el rechazo del PP a la moción de censura contra Pedro Sánchez impulsada por Santiago Abascal. El tira y afloja se quedó en una advertencia, pero ahora las posiciones parecen mucho más enrocadas y el discurso se ha endurecido. Solo resta un mes para que los Presupuestos se eleven al Pleno y los 'populares' rehusan pactar con otros grupos. Un posicionamiento que no comparte su socio de coalición, Ciudadanos, quien, por boca de Begoña Villacís ha vuelto a tender la mano al resto de formaciones frente a un Vox "que no está hablando de Madrid sino haciendo política de lo peor, provocando desorden e incertidumbre", ha sentenciado la vicealcaldesa.