María Esteve desde hace mucho tiempo decidió que tenía un deber moral con la memoria de su padre y creó la Fundación Antonio Gades, la cual preside desde hace ocho años.
Y ella está muy orgullosa de esta labor que lleva a cabo “Es una responsabilidad muy grande y un placer. Tengo en mis manos un legado patrimonial enorme que pertenece a todo el mundo. Para mí ha sido una obligación moral, emocional, que nace del amor”
Pero que, a la vez, ha puesto en peligro su faceta de actriz “Hubo una época en la que me planteé dejar mi carrera. Terminar mi máster en gestión cultural y dedicarme de lleno a esto. Pero luego me di cuenta de que necesitaba subirme a las tablas, me siento parte de ellas. Después de este dilema comencé a grabar “Doctor Mateo””
En todos estos años, María ha conocido muchas cosas de su padre “Al principio fue muy duro. Cuando alguien tan importante en tu vida se va, tienes un proceso de curación, de colocarlo todo en su sitio. Sin embargo, con este trabajo, le veía por todos lados, le escuchaba constantemente…”
Y ya tiene algún proyecto sobre la mesa “Sí, voy a firmar uno muy interesante de teatro que seguramente se verá en septiembre para hacer temporada en Madrid”
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