La Policía y operarios del Ayuntamiento de Madrid han derribado este
miércoles por la mañana cuatro infraviviendas del poblado chabolista de El
Gallinero. Según los voluntarios que se encontraban sobre el terreno,
la Policía, que ha llegado sin avisar sobre las 10.00 horas, solo
disponía de una orden judicial, aunque han efectuado cuatro derribos que han afectado a tres familias y un joven.
Aunque en un primer momento, el párroco de la San Carlos Borromeo, Javier Baeza, ha indicado que se habían producido dos derribos en los que habían desalojado a una familia de cinco miembros, de los que dos son menores, cuando han podido acceder a la zona se han encontrado que han sido cuatro las infraviviendas derribadas. En total, tres familias y un joven soltero "a los que no les han dejado sacar sus pertenencias", han resultado afectados por los derribos.
Baeza ha manifestado que la Policía ha enseñado otras dos órdenes aunque tras efectuar los derribos han abandonado la zona. "No han dejado entrar ni a Cruz Roja, ni a los voluntarios, sólo ha podido acceder a las viviendas en ese momento una abogada a la que le han mostrado su orden judicial". Según el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, la Policía portaba solo una orden judicial porque "una de las viviendas derribada estaba a medio construir y no vivía nadie en ella".
Tres familias, entre las que se encuentran tres menores de edad, y un joven soltero habitaban las viviendas derribadas, una de ellas hacía las funciones de cocina, ya que según Baeza "los gitanos rumanos tienen costumbre de tener la cocina separada de la casa". "Ahora estas familias decidirán si realojarse en el Campamento aunque por el momento dicen que no se irán", ha explicado Baeza, que también ha señalado que el Samur Social ha atendido al joven rumano que ha mostrado su deseo de volver a su país natal.
Este párroco voluntario ha indicado que al menos la Policía ha entrado "cuando los niños no estaban ya en las viviendas, así que al menos la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha cumplido su compromiso de no hacer derribos hasta que los niños estuvieran en el colegio".
El Gallinero es un asentamiento de gitanos rumanos que está emplazado a catorce kilómetros de la Puerta del Sol, junto a la A-3, y que desde 2005 constituye un gran problema social y urbanístico en la capital. El Ayuntamiento de Madrid alega que los desalojos corresponden a la legítima voluntad de los propietarios del suelo.
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