Este martes a las 10.00 horas las excavadoras han vuelto al poblado chabolista El Gallinero, ubicado junto a la Cañada Real Galiana, para demoler dos infraviviendas. Según testigos, una correspondía a una familia de cuatro miembros, dos de ellos menores. La otra, cercana pero visiblemente diferenciada, pertenecía al hijo mayor de la familia, que a sus catorce años está a punto de casarse.
El párroco de San Carlos Borromeo, Javier Baeza, que trabaja desde hace años como voluntario en la zona y ha presenciado lo sucedido hoy, ha declarado a este digital que la familia desalojada no había recibido ninguna notificación que avisara del derribo. El religioso ha celebrado que, al menos, la policía (seis furgones y dos coches patrulla) haya accedido al poblado una vez que los niños ya estaban en el colegio, tal y como se comprometió la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.
En cualquier caso, denuncia que una vez más se hayan vulnerado los derechos de los niños "que se han quedado en la calle". "Todo el mundo pide que cesen los derribos menos el Ayuntamiento de Madrid" y ha recordado que incluso la defensora del pueblo, Soledad Becerril, pidió la suspensión de los desalojos.
Fuentes municipales han declarado que los derribos se han efectuado en cumplimiento de una orden judicial y que "la familia ha desestimado el dispositivo de alojamiento y comida ofrecido", informa Europa Press. Los desalojados hoy han sido acogido en casa de unos vecinos y comenzarán a reconstruir su vivienda mañana mismo, según Baeza. El párroco además apunta que en la operación les ha llamado especialmente la atención que hayan permitido a la familia coger su ropa y colchones pero que, sin embargo, les hayan "reventado la nevera". El concejal socialista Pedro Zerolo ha criticado que el Área de Familia y Servicios Sociales "siga impulsando su política de piqueta y derribos, mientras mantienen congelada la integración social y la reinserción de las familias de este poblado. Solo entienden la intervención social como demolición".
El Gallinero es un asentamiento formado por gitanos rumanos que está emplazado a catorce kilómetros de la Puerta del Sol, junto a la A-3, y que desde 2005 constituye un gran problema social y urbanístico en la capital. El Ayuntamiento de Madrid alega que los desalojos corresponden a la legítima voluntad de los propietarios del suelo. Desde antes de verano no se producía ningún derribo.
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