Desde hace semanas, incluso antes de la celebración de las Navidades, expertos señalaban la llegada de la tercera ola del coronavirus y la peligrosidad de esta nueva oleada de contagios por el incremento que se preveía que hubiera debido a las (escasas) celebraciones de Navidad. El fin de semana pasado los madrileños tenían previsto retomar sus rutinas cotidianas y el fin de las pocas eventualidades navideñas, pero Filomena llegaba a la región y diluía con su nieve toda la actualidad de la pandemia.
Sin embargo, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, lejos de celebrar la tormenta, indicaba que “la única lectura positiva” del paso de Filomena era el “confinamiento meteorológico” que había instaurado, aunque también informaba sobre las estragos que el temporal había causado en el sistema sanitario madrileño. En cualquier caso, este viernes el viceconsejero de Sanidad y Plan Covid-19, Antonio Zapatero, era el encargado de dar cuenta de las nuevas “medidas generales de aplicación en toda la región”.
Zapatero confirmaba ayer ante los medios de comunicación que “los datos están aumentando” y la tendencia de la curva de contagios volvía a ser ascendente, alcanzando en la Comunidad de Madrid una incidencia acumulada a 14 días de 698,67 casos por 100.000 habitantes. Así las cosas, la Consejería de Sanidad decidía tomar “medidas concretas” siguiendo la estrategia quirúrgica que hasta ahora ha mantenido este Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, y decretaba a partir del lunes el adelanto del toque de queda -a las 23.00 horas- y el del cierre de todos los establecimientos comerciales -a las 22.00 horas-.

Y es que los últimos datos registrados en la Comunidad de Madrid, publicados el día de ayer y con datos al cierre del día 13 de enero, señalan que la región ha sumado 5.522 nuevos positivos, de los que 4.615 corresponden a las últimas 24 horas. Asimismo, 28 personas fallecieron por Covid-19, mientras el número de pacientes hospitalizados en planta aumentó hasta 2.839 respecto al jueves (106 más), y los ingresados en UCI hasta 472 (26 más que el jueves). En el acumulado, la región ha registrado 460.729 positivos, un total de 81.345 casos han requerido hospitalización, 7.559 han necesitado UCI y 72.154 han sido dados de alta en los hospitales, mientras que 606.300 han recibido atención domiciliaria. En cuanto a la cifra acumulada de fallecidos, Sanidad Mortuoria ha contabilizado un total de 19.919 personas.
Respecto a los registros de hace exactamente un mes, se aprecia un incremento importante de los casos positivos: según las cifras notificadas por la Administración, el 15 de diciembre de 2020 se notificaron 826 casos positivos en las últimas 24 horas (3.789 casos menos), 1.346 fueron ingresados ese día y 306 personas fueron trasladadas a la UCI (149 personas menos). Asimismo, se notificaron 13 fallecimientos, 15 personas menos que en el día de ayer. Si se hace la misma comparación con los datos relativos al pico máximo de contagios de la segunda ola, que corresponden a las fechas entre el 14 a 20 de septiembre de 2020, y tomando el 15 de septiembre como fecha concreta y con los mismos parámetros, se aprecia cómo la situación actual es más crítica.
Ese día se notificaron 912 casos positivos en las últimas 24 horas (3.703 casos menos que este mes de enero), hubo 2.644 nuevos ingresos en hospitales (544 menos) y 354 personas fueron trasladadas a la UCI (48 más que en enero). Sin embargo, el 15 de septiembre se contabilizaron 25 fallecidos, tres menos que este mes. Por tanto, puede decirse que en a día de hoy los datos que se contabilizan son peores que los más negativos del pico máximo de la segunda ola, aunque las diferencias con las cifras registradas en el primer pico de la pandemia son muy diferentes. El 25 de marzo de 2020, cuando España comenzó a ver una paulatina reducción de sus casos positivos, la Comunidad de Madrid presentó 14.597 casos positivos y 1.825 fallecidos.
Por aquel entonces, los españoles llevaban 11 días confinados en sus domicilios sin poder salir más que para lo estrictamente necesario y amparado por el Estado de Alarma decretado por el Gobierno central. Hoy, los tiempos de encierro parecen haber pasado –a pesar de que España vuelve a estar en Estado de Alarma, que en esta ocasión está previsto que dure hasta el mes de marzo-, y en la Comunidad de Madrid la crisis sanitaria se controla a través de medidas “quirúrgicas”. Una de ellas es la restricción de las conocidas como Zonas Básicas de Salud (ZBS), medida territorial con la que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso trata de mantener los contagios a raya a través de la prohibición de entradas y salidas de dichos áreas.

A partir del lunes 18 de enero, tal y como indicó la directora general de Salud Pública, Elena Andradas, este viernes, serán 47 las ZBS que cuenten con restricciones de entrada y salida, así como 19 localidades de la región madrileña. En estas áreas, señaló Andradas, viven más de 1.367.000 madrileños, el 20 por ciento de la población, y en ellas se concentra el 25 por ciento de los casos de contagios de la región. El 6 de noviembre de 2020, hace algo menos de dos meses, la Comunidad de Madrid anunciaba que prorrogaba las restricciones de entradas y salidas en las 35 ZBS ya vigentes (14 menos que hoy) y las ampliaba a 8 municipios (hoy, 11 más). Entonces, las limitaciones afectan a 835.051 madrileños, un 12,5 por ciento de la población (un 7,5 por ciento menos de población que en la actualidad).
Pese a todo esto, el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso ha decidido subir el umbral de contagios a partir del cual toma las decisiones en las zonas básicas de salud del territorio. Según explicó Andradas, ahora el umbral no serán los 400 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días, sino que se marca como nuevo límite la incidencia media de la región. La directora general indicaba que, como se hizo en septiembre, se van a ir adaptando los criterios de restricciones en base a la evolución de la pandemia, de manera que la Comunidad ha ido bajando gradualmente el umbral de la incidencia de 1.000 a la de 400, para a partir de ahora ser necesario un crecimiento "significativo" que sitúe a 14 días la tasa sobre la media regional.
Además, el baremo regional se sitúa ahora casi tres veces más alto de lo que el del Ministerio de Sanidad, que indica que una incidencia acumulada de 250 casos positivos por cada 10.000 habitantes implica un “riesgo extremo”. Andradas argumentaba que “todas las decisiones se toman en función de la situación epidemiológica, de la tendencia, de cómo se produce la transmisión...”, por lo que además a partir de ahora se tendrá en cuenta para tomar medidas la observación de transmisión comunitaria y una tendencia creciente significativa. “Se van adoptando las medidas que se consideran más adecuadas. No solamente es importante la limitación de la movilidad, es solo un factor; pero hay otra serie de aspectos importantes para frenar la transmisión de la enfermedad, de ahí el resto de las medidas generales”, decía la directora general.
Situación asistencial
El viceconsejero de Sanidad defendía este viernes la capacidad de la Comunidad de Madrid para dar respuesta a la presión asistencial, que ayer alcanzó datos de 3.188 pacientes ingresados, 2.733 en planta y 455 en UCI, siendo el Hospital Enfermera Isabel Zendal el centro con más hospitalizados. "La Comunidad cuenta con los recursos humanos y materiales para la lucha contra el virus”, dijo Zapatero, que recalcó que el Hospital Enfermera Isabel Zendal cuenta a día de hoy con 269 pacientes ingresados -de los cuales 234 son atendidos en camas de hospitalización, 28 en cuidados intermedios, y 7 en UCI-, y ya ha atendido a más 550 pacientes contagiados por Covid.

“El Hospital Enfermera Isabel Zendal es un refuerzo imprescindible", ha destacado Zapatero, quien hacía hincapié en que “más que nunca se demuestra que el complejo hospitalario está cumpliendo su objetivo”, dijo Zapatero en rueda de prensa a pesar de las críticas que se han vuelto a escuchar esta semana contra el complejo hospitalario de Valdebebas. Además, este viernes por la tarde el Hospital Enfermera Isabel Zendal abría su Pabellón 1 de hospitalización, poniendo en funcionamiento 72 camas del total de 384 disponibles en el módulo. Las restantes, dijo Zapatero, “se irán abriendo conforme sean necesarias, igual que ocurrió con el primer módulo”.
Este centro ya cuenta, a día de hoy, con otras 312 camas de hospitalización disponibles, 40 de cuidados intermedios y 12 de UCI (de los 16 puestos existentes), todas ellas pertenecientes al Pabellón 2, y se encuentran operativas para la atención sanitaria en las diferentes categorías teniendo en cuenta que en el complejo hospitalario se puede alcanzar un total de 1.008 camas. El pabellón 2, el primero en recibir pacientes, está prácticamente lleno en su totalidad, pues solo faltan por abrirse cuatro de las 16 camas de UCI disponibles.
Sin embargo, la Sociedad de Medicina Intensiva de Madrid (Somiama) señalaba este jueves a través de un comunicado que la situación es “muy preocupante” a pesar de que “tenemos que felicitarnos por el comienzo de la vacunación, que es el arma definitiva que logrará que se pueda vencer en algún momento esta pandemia, la situación actual asistencial es muy preocupante”.
“La pandemia en su tercera oleada está aumentando la presión asistencial en los Servicios de Medicina Intensiva, cuyas unidades de cuidados críticos (UCIs) parten de una mayor ocupación que al comienzo de la segunda oleada, por lo que su capacidad está ahora muy disminuida para afrontar la mayor demanda asistencial que se espera según las previsiones para la tercera y cuarta semana de enero y que podría prolongarse en las primeras semanas de febrero”, indican desde el Somiama.
Según los datos ofrecidos por Somiama, en la actualidad en los centros hospitalarios de Madrid “existe una ocupación por enfermos con patología critica por Covid-19 cercana al 40 por ciento de las camas de enfermos críticos, (incluyendo toda la dotación de unidades ampliadas)”, al tiempo que indican que “si consideramos la dotación de camas de UCIs médicas alcanzaríamos el 90 por ciento, quedando reducida las posibilidades para atender otras patologías”. Tal y como alertan: “Recordemos que una ocupación del 25 por ciento de las Ucis por enfermos de covid se considera por las autoridades sanitarias como criterio de gravedad epidemiológica”.
Así, señalan que la situación actual es parecida “a la que experimentamos en las fases avanzadas de la segunda oleada, a mediados del pasado septiembre, por lo que ahora, la capacidad está mucho más disminuida para afrontar los siguientes incrementos”. Sobre esta información, el viceconsejero de Salud Pública enviaba un mensaje de tranquilidad a los madrileños a través de los medios de comunicación, asegurando que "tienen plenamente garantizada la atención sanitaria", e indicaba que los servicios de urgencia de los hospitales tienen un 30 por ciento menos de actividad respecto a la época plenamente Covid y tres veces menos de la época precovid.
Plan de vacunación
Y mientras, continúa el proceso de vacunación contra el Covid-19, el cual ha sufrido más estragos esta semana debido al temporal de nieve. Según indicaba la Comunidad de Madrid, esta semana se han administrado 77.130 vacunas, más de 17.000 vacunas más de las previstas en el objetivo marcado por el Gobierno hace un par de semanas, que eran 60.000. “La previsión es acabar el domingo cerca de las 100.000 vacunas”, decía Antonio Zapatero, que explicaba que de esta forma ya se han administrado una de cada dos vacunas recibidas, una porcentaje que podría aumentar.
"Dejamos una reserva para la segunda dosis, que hay que poner a los 21 días, si bien vacuna que vaya llegando, vacuna que iremos poniendo", ha asegurado, para agregar que si ven que los envíos llegan con regularidad, se podría ampliar el porcentaje de vacunación, "pero siempre con garantías".
Por el contrario, la Comunidad de Madrid continúa siendo una de las más lentas en el proceso de vacunación. Según últimos datos del Ministerio de Sanidad, en la región madrileña solo se ha suministrado hasta la fecha el 41,6 por ciento de las dosis entregadas, estando muy por detrás de otras regiones como Galicia, Comunidad Valenciana o Asturias, donde 7 de cada 10 vacunas recibidas ya han sido inyectadas.
Además, según la propia Consejería de Sanidad, tras casi un mes, la vacunación frente al Covid-19 en las residencias tan solo alcanza el 50 por ciento de los usuarios y trabajadores, aunque y se espera superar el 90 por ciento y acercarse al cien por cien a finales de la semana próxima.