En el edificio, situado en el número 37 de la calle Portalegre , ya se habían detectado grietas en agosto, momento en el que fue apuntalado. Los bomberos han recibido una llamada esta mañana de los vecinos alertando de que habían aparecido nuevas grietas. Ante el posible riesgo, los profesionales han desalojado preventivamente a los 18 residentes en las ocho viviendas del inmueble, repartidos en tres plantas más el bajo.
Por su parte, el Samur Social ha ofrecido alojamiento a todos las personas. Siete de ellas han aceptado y las otras 11 han preferido quedarse en casas de familiares o amigos.
Los vecinos no podrán regresar a sus hogares hasta que los técnicos municipales determinen las obras que han de realizarse para garantizar la seguridad y la estabilidad del edificio. Pese a que los daños son bastante considerables, no hay riesgo inminente de derrumbe inminente, según Emergencias.