Bautizada por los vecinos como la "plaza invivible" de Arganzuela, Rutilio Gacis se convirtió hace unos años en refugio del menudeo de drogas y las peleas. Esta semana, el Ayuntamiento de Madrid ha iniciado la rehabilitación del ágora para hacerla más diáfana y alejar así la delincuencia del barrio. Las obras avanzan "a buen ritmo" y se espera su conclusión "para dentro de unos dos meses", explica María Jesús Bordas, portavoz vocal vecina de Ciudadanos en el distrito.
El diseño de la nueva plaza se sustentará en un urbanismo sostenible que permita mayor control y vigilancia. La disposición actual, con setos y maleza, limitaba la visibilidad y hacía este espacio propicio para el trapicheo de estupefacientes. Con la actuación prevista, que cuenta con un presupuesto de 544.000 euros, se busca eliminar la condición criminógena del recinto.
En concreto, la reforma incluye el levantado y reposición del firme de la plaza, así como la remodelación y adaptación de las jardineras que la rodean para abrirla más hacia la calle Guillermo de Osma y que no quede recóndita. Por otro lado, se colocará un nuevo alumbrado público para mejorar la iluminación y se instalará un nuevo sistema de recogida de aguas pluviales. Además, se cambiará el parque infantil existente por una nueva zona de juegos inclusiva y las personas mayores contarán con un circuito biosaludable para ejercitarse.
El vecindario reclama esta intervención desde hace más de una década y ha celebrado el inicio de las obras. "Es una buena noticia que la plaza se haga más abierta, que se quiten los mamotretos de hormigón y que el parque deje de estar de adorno", apuntado Victor, el representante de la agrupación vecinal que ha liderado la reclamación en los últimos años.

Años de convivencia "insportable"
Desde el pasado verano "se ha suavizado el ambiente", reconoce el vecino en alusión al descenso de los conflictos en el ágora que, en parte, atribuye a la apertura de un bar que "ha dado una mejor imagen a la plaza". No obstante, recuerda que varios inquilinos en pisos de alquiler se marcharon del barrio ante una situación insostenible. "Hace dos o tres años había drogadictos, gente borracha, bancos llenos de litronas, droga escondida en maceteros y altavoces a tope a las tantas de la madrugada", relata.
Después de la reestructuración, espera que "apetezca entrar" en el recinto. "Entendemos que con estas nuevas utilidades los vecinos no pasen de largo como hasta ahora", comenta. Un deseo que comparte con Ciudadanos, que se interesó por la problemática en 2015 e incluyó la reforma de Rutilio Gacis en su programa electoral.
En esa fecha denunció los "graves problemas de seguridad, ruido, consumo y menudeo de drogas, alcohol, suciedad, insalubridad y otros conflictos de convivencia" en esta parte de Arganzuela. El partido naranja impulsó, con el apoyo del Partido Popular y la abstención del PSOE, una iniciativa para realizar un estudio urgente que encontrase una solución técnica a estos inconvenientes. Sin embargo, Ahora Madrid respondió con una consulta ciudadana "que ralentizó" la adopción de medidas inmediatas.
Ya en 2017, la ahora vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, se involucró en la petición vecinal y la formación se unió a la recogida de firmas para instar al Gobierno de Manuela Carmena a solventar esta situación conflictiva. Han pasado tres años más, pero esperan haber terminado "con la degradación a nivel de convivencia, de espacio y material" de este espacio, indica María Jesús Bordas.