BBVA Research ha presentado este miércoles el informe 'Situación España', que recoge una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) del 11,5 por ciento para este 2020. De esta forma, se confirma una desaceleración en la recuperación económica "mayor a la esperada" fruto de la segunda ola de contagios por Covid-19 que afecta tanto a nivel nacional como europeo. Así, las consecuencias asociadas a la situación epidemiológica actual han llevado a la entidad a revisar a la baja la previsión de crecimiento para el año 2021, que se ha fijado en un 6 por ciento.
Por el contrario, el estudio del banco refleja una intensidad superior a la estimada en la recuperación durante el tercer trimestre del ejercicio en curso, de en torno al 14 por ciento en concreto. “Este mayor crecimiento durante el periodo estival se debe en parte por una atípica concentración de los cambios en el gasto en bienes producidos a nivel nacional”, apuntan los economistas de BBVA. Sin embargo, esta tendencia al alza no se mantendrá en los últimos tres meses del año, cuando el PIB caerá dos puntos más de lo esperado inicialmente.
Según han explicado los responsables del banco, la flexibilización de las restricciones para contener la pandemia y las políticas implantadas para sostener los ingresos de los hogares, mantener el empleo e impulsar el crédito y la liquidez de las empresas, se ha conseguido una reactivación generalizada de los distintos componentes de la demanda interna y externa. De hecho, el consumo de las familias podría haber mostrado un crecimiento incluso mayor al del PIB (+17% en el trimestre).
Asimismo, el informe también concluye que entre julio y septiembre se habría producido un aumento del 20 por ciento en las exportaciones de bienes y del 25 por ciento en las de servicios no turísticos. Por el contrario, esta coyuntura de "incertidumbre" ha desembocado en un inesperado débil avance del gasto en el consumo público, que se situó en un 0,3 por ciento frente al 4 por ciento que se prevé para el último trimestre y se sustenta en las medidas fiscales en marcha.
Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA para España, apunta que parece que la estimación del consumo de los hogares "va a ser menos fuerte que la prevista por el Gobierno". Mientras el Ejecutivo estatal plantea que supere el 8 por ciento, la entidad bancaria habla de "alrededor del 7 por ciento".
El aumento de contagios frena el crecimiento para 2021
El impacto que pueda tener la segunda ola de contagios en la economía europea y en la española amenaza con una notable ralentización del crecimiento a corto plazo. En España, diversos indicadores muestran que la mejora puede estar perdiendo fuerza. Este es el caso del gasto con tarjeta de BBVA o en TPV, que ha pasado de crecer un 4 por ciento interanual en promedio durante el mes de agosto a un 2,1 por ciento en la primera quincena de octubre.
Este debilitamiento ha sido particularmente importante en aquellas provincias con mayor incidencia de contagios o en sectores especialmente expuestos a la pandemia, como el turístico, el del ocio o el de la restauración. Además, otros indicadores, como la afiliación a la Seguridad Social, las ventas de automóviles o los indicadores de confianza, muestran también que el impulso ha ido a menos durante los meses de agosto y septiembre.
De cara al 2021, BBVA Research ha rebajado su previsión de progresión del PIB al 6 por ciento. Entre los factores que han contribuido a esta revisión a la baja, destaca "el deterioro de la situación sanitaria en el conjunto de la Eurozona", y la caída de la inversión privada que lastra la recuperación", ha expuesto Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico del banco. Sobre este punto, ha matizado que en los primeros meses de pandemia la caída fue menos acusada "por la propia inercia de los proyectos en marcha", pero después "el dinamismo en las inversiones ha sido mucho menor".
Por otro lado, también ha influido en este pronóstico el "menor impacto de la política fiscal a través del mercado de trabajo". Doménech ha explicado cómo se experimentó una "rápida salida de los trabajadores en Erte cuando se levantaron las restricciones" que ahora este proceso "se ha estancado y está contribuyendo a la desaceleración de la actividad económica".
El estímulo de los fondos europeos
Respecto a la política económica europea, BBVA considera que “los impulsos a la demanda interna pueden estar comenzando a perder fuelle”. La política del Banco Central Europeo (BCE), las garantías ofrecidas por el sector público a través del ICO, junto con la buena posición de partida de empresas y del sector bancario, habrían llevado a un incremento del saldo de crédito a las empresas. Sin embargo, desde el mes de julio las nuevas operaciones de crédito caen con fuerza respecto al mismo periodo del año anterior.
No obstante, Jorge Sicilia, director de BBVA Research, sostiene que a escala internacional "sigue sin haber tensiones financieras" y que la expectativa es "continuar con estímulos hacia la recuperación". Respecto a los tipos de interés, la estrategia tanto de la Reserva Federal de EEUU como del BCE "permiten anticipar un periodo con tipos muy bajos durante muchísimo tiempo".
Sicilia califica de "especialmente relevante" la rapidez y la "sensación de unidad" que ha dado Europa en su apoyo al plan de estímulo fiscal que ha realizado con el fondo Next Generation EU (NGEU), cuyas partidas espera que puedan comenzar a utilizarse "de manera relevante" en 2021. Sin embargo, no cree que vaya a darse un impacto determinante "hasta 2022". Por su parte, Rafael Doménech agrega que la suficiencia de estos fondos europeos para remontar la situación actual queda subordinada a "cuán rápida pueda ser la ejecución de los proyectos" por parte del Gobierno.