El programa ‘Tercera Hora’ presentado la pasada semana por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el consejero de Educacion y Juventud, Enrique Ossorio, finalmente no ha sido llevado este martes para su aprobación a Consejo de Gobierno, tal y como había anunciado el propio Ossorio a los medios de comunicación.
Preguntado sobre la vigencia del programa y sobre el por qué de que este no haya sido finalmente sometido a debate durante el Consejo de Gobierno, el vicepresidente y portavoz del Gobierno, Ignacio Aguado, ha explicado que “el compromiso del Ejecutivo en cuanto a la actividad física y el deporte en los centros educativos sigue estando ahí”.
“El momento en el que el plan se lleve a Consejo de Gobierno depende del consejero de Educación, quien es el competente para ponerlo en marcha y para resolver todos los asuntos técnicos que tienen que ver con implementar esa tercera hora”, ha explicado el de la formación naranja, que ha hecho hincapié en que “este Gobierno garantiza que hay una lucha efectiva por parte de las administraciones contra la obesidad o el sedentarismo”, ha dicho.
“Más allá de asuntos técnicos y administrativos que habrá que resolver, desde el punto de vista operativo vamos a seguir trabajando para que esta tercera hora sea un realidad en todos los centros educativos”, ha indicado.
Se trata de una medida por la cual a partir del curso que viene los centros de educación de la región madrileña implantarán paulatinamente una tercera hora de Educación Física, estando previsto que para el curso 2021/2022 tanto en Primaria como en Secundaria se cuente con una hora más de actividad física obligatoria.
Tal y como explicaba la presidenta Ayuso, en la Educación Primaria se aumentará el tiempo de actividad a través de un plan coordinado con la dirección de cada colegio y “utilizando los periodos anteriores a la clase, el tiempo de recreo o de comedor, como ya se está haciendo en otros muchos centros”.
El objetivo, indicaron desde el Gobierno a Madridiario, es que no se modifique la carga lectiva de los alumnos más pequeños, los cuales según el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) cuentan con 25 horas lectivas cada semana, incluyendo las horas de patio.
Por el contrario, sindicatos y asociaciones de padres no ven tan claro que este plan pueda llevarse a cabo tal y como lo ha presentado el Gobierno regional: “De forma descontextualizada es muy buena idea, porque todo lo que sea hacer más ejercicio físico es bueno y más en las edades más tempranas, el problema es de dónde se pretende sacar ese tiempo de más para Educación Física”, explicaba a este medio la Secretaria General de Enseñanza Comisiones Obreras (CCOO) Madrid, Isabel Galvín.
Este mismo sindicato ha lanzado esta semana un comunicado en el que manifiestan su rechazo a esta tercera hora, reiterando de nuevo que no es viable sacar este espacio de tiempo para el deporte a costa del tiempo de recreo, comedor y otras asignaturas. "La medida es una ocurrencia de la Consejería que no ha sido presentada oficialmente al Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid ni ha sido pactada con los profesionales de la educación”, señala Galvín en este escrito.
Por ello, este mismo martes CCOO celebra a través de otro comunicad que la Consejería de Educación "haya reconocido la complejidad de la implantación del programa 'Tercera hora'" y que "reconozca la necesidad de consultar con la comunidad educativa antes de ponerla en marcha".
Galvín afirma que esta medida plantea el problema de dónde se quiere sacar ese tiempo de más para la educación física: “En educación primaria deja al descubierto el desconocimiento total de la Consejería de las pausas de descanso que necesitan los alumnos; no se puede recortar media hora de recreo, un momento tan importante para hacer más efectivo el aprendizaje. En Secundaria, pone en riesgo la parte lectiva de algunas asignaturas cruciales como Ciencias, Tecnología o Robótica", expone.
Asimismo, el comunicado hace referencia a que el programa "plantea problemas de plantillas y pone de relieve la necesidad de debatir un nuevo ajuste horario curricular que, por ejemplo, abordara el tiempo que se dedica a la asignatura de religión. Todos ellos son problemas serios que están pendientes de abordarse y resolverse”.